Tomás Luis de Victoria The Call of The Beloved The Sixteen
The great Spanish composer and priest, Victoria, devoted his life to writing supremely uplifting and intense music throughout the church calendar. The Call of The Beloved includes some of the earliest triple-choir music ever to be published and is a reminder of Victoria’s joyous and passionate music, complementing his more austere Requiem and music for Holy Week. (extraído do encarte)
“If one can ever achieve complete emotional expression through the power of music, then here it is.” Harry Christophers
” …this is a beautifully prepared and rewarding recording that deepens our appreciation of one of the greatest masters of the Renaissance.” GRAMOPHONE
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 01. Motet: Laetatus sum a 12 (Psalm 121)
02. Missa Laetatus sum a 12 – 1. Kyrie
03. Missa Laetatus sum a 12 – 2. Gloria
04. Missa Laetatus sum a 12 – 3. Credo
05. Missa Laetatus sum a 12 – 4. Sanctus
06. Missa Laetatus sum a 12 – 5. Benedictus
07. Missa Laetatus sum a 12 – 6. Agnus Dei
08. Hymn: Veni Creator Spiritus a 4
09. Hymn: Vadam et circuibo civitatem a 6
10. Motet: Vidi speciosam a 6
11. Hymn: Ad coenam Agni providi a 4
12. Magnificat Sexti toni a 12
The Call of The Beloved – 2002
The Sixteen
Harry Christophers, director
The Tallis Scholars recording of Victoria’s Lamentations of Jeremiah has been nominated for a Grammy Award in 2011
Victoria’s nine Lamentations contain some of his most intense, mystical and moving music and rank alongside the Requiem as one of his greatest achievements.
The Spanishness of Spanish polyphony is often invoked. There is an impression that in their worship the Spanish have a fierceness, coupled to a mysticism, which sets them apart. This way of thinking was current a long time ago: Michelangelo, when asked by the Florentine painter Pontormo how he could best please a Spanish patron, replied that he should ‘show much blood and nails’. Such rawness has readily been attributed to their music, too. (http://www.gimell.com/recording-victoria—lamentations-of-jeremiah.aspx)
Palhina: ouça 01. Lamentations for Maundy Thursday: Lamentation I
Victoria: Lamentations of Jeremiah
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 01. Lamentations for Maundy Thursday: Lamentation I 02. Lamentations for Maundy Thursday: Lamentation II 03. Lamentations for Maundy Thursday: Lamentation III 04. Lamentations for Good Friday: Lamentation I 05. Lamentations for Good Friday: Lamentation II 06. Lamentations for Good Friday: Lamentation III 07. Lamentations for Holy Saturday: Lamentation I 08. Lamentations for Holy Saturday: Lamentation II 09. Lamentations for Holy Saturday: Lamentation III
Juan Gutiérrez de Padilla (1590-1664) 10. Lamentations for Maundy Thursday
Victoria: Lamentations of Jeremiah – 2010
The Tallis Scholars
Peter Phillips, director
Capa: O Profeta Jeremias, de Michelangelo, do teto da Capela Sistina.
Esta música, que a menudo se conoce sólo como Requiem de Victoria, se ha considerado como una de sus mejores obras y una de las últimas grandes obras de lo que denominamos estilo polifónico renacentista.
El Oficio de Difuntos de Victoria comprende su segunda Misa de Réquiem, escrita para coro a seis voces. Una convicción apasionada entrecruza su austeridad refinada y digna; relumbra con fervor extraordinario dentro de una atmósfera musical y espiritual de serenidad y aptitud para su finalidad litúrgica. Pero también requiere cierta explicación.
Durante los últimos de los veinte años más o menos que pasó en Roma, el sacerdote abulense Tomás Luis de Victoria compuso y publicó en 1533 un libro de Missas, entre ellas una Missa pro defunctis para coro a cuatro voces. Este primer Réquiem fue reeditado en 1592. Para entonces Victoria estaba bien establecido en Madrid como maestro de coro y capellán de la emperatriz María, hermana de Felipe II y viuda de Maximiliano II, recluída ahora en el Real Convento de las Clarisas Descalzas. La princesa Margarita, hija de María, hizo su profesión solemne en 1584 y era una de las treinta y tres monjas de clausura cuyos servicios diarios, la Liturgia del Oficio Divino, cantaban doce sacerdotes y cuatro infantes de coro (número que aumentó a seis en 1600).
El 26 de febrero de 1603 falleció la emperatriz, siendo enterrada tres días después en el claustro del convento. Seguramente los servicios serían sencillos. Las grandes exequias tuvieron lugar el 22 y 23 de abril en la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo (donde ahora se yergue la catedral de Madrid). La capilla del convento era demasiado pequeña para este servicio conmemorativo. Se cantaron las Vísperas del Oficio de Difuntos; luego, de madrugada, los Maitines de Difuntos, que en inglés se conocen como Dirge, canto fúnebre, (del latín «Dirige, Domine …» con que empieza el Primer Nocturno). Luego, tras de cantar los Laudes, se celebró la Missa pro defunctis, la Misa Solemne por los difuntos. El catafalco que representaba a la emperatriz María su ataúd estaba situado entre el coro y el altar mayor. Estaban presentes el rey Felipe II, vestido con los colores plata y negro de luto, su prima la princesa Margarita, la monja real, todas las dignidades de la iglesia y el estado, agrupados en una escena que hoy nos recuerda a un cuadro del Greco, todos ellos testigos de aquella antigua ceremonia católica para los difuntos, la Misa de Réquiem.
Para esta ocasión el compositor Victoria escribió su segundo Requiem o, como él lo llamó correctamente, el Oficio de Difuntos. Compuso música para la propia Misa, un motete funeral adicional a la liturgia estricta, y uno de los grandes textos latinos para la ceremonia de absolución que sigue a la Misa, así como una Lección que pertenece a los Maitines.
Dos años más tarde, Victoria publicó esta música (Prensa Real, Madrid 1605) que desde entonces ha sido venerada además de admirada pues da la impresión de ser un Réquiem para una época, el ocaso del Siglo de Oro, el final de la música del Renacimiento, la última gran obra del mismo Victoria. Al menos no publicó nada más.
Se ha dicho que fue el canto del cisne de Victoria, pero en su dedicatoria a la princesa Margarita queda claro que el Cygneam Cantionem se refiere a la Emperatriz. Mal podía imaginar Victoria en 1603 o 1605 que él mimso fallecería en 1611, a la edad de sesenta y tres años. La dedicatoria en el fronstispicio de la edición de 1605 dice claramente que él, Victoria, compuso esta música para ‘las obsequias de vuestra muy reverenciada madre’.
La música para la Misa, creada por Victoria con las entonaciones y versos adecuados en canto llano, según la costumbre de la época, está escrita para coro a seis voces con tiples divididos, alto, tenores divididos y bajo. Las melodías en canto llano se incorporan al tejido polifónico en el segundo tiple (a excepción del Ofertorio donde el canto está en el alto). El primer tiple asciende y desciende alrededor del lento desarrollo del canto llano parafraseado, dando a toda el entramado una maravillosa luminosidad. El uso de dos voces de tenores contribuye a la ligereza y claridad. Incluso se especifica que las modulaciones y versículos del canto llano deben ser cantados por los infantes de coro. A la grandiosa sonoridad de las seis voces con las que Victoria construye su breve Kyrie eleison sigue el Christe, sólo con las cuatro voces altas, en un pasaje tan triste que parece un llanto ritual convertido en música.
Concluida la Misa, Victoria continúa con el motete Versa est in luctum, que suponemos sería cantado mientras el clero y las dignidades rodeaban el catafalco (que representaba a la Emperatriz). Seguía la Absolución y con la música compuesta por Victoria para el gran Libera me Domine concluye, con las respuestas del Kyrie, la música que compuso para esta ocasión solemne.
En la edición de 1605, Victoria añadió la Segunda Lección de Maitines por los Difuntos. Para poner esta música en su contexto y dar cierta impresión de lo que desembocaría en la Misa propia, hemos puesto el Responsorio Credo quod Redemptor en canto llano en su lugar debido antes del «Taedet» de Victoria. Forman un extracto del largo Oficio de Maitines.
A continuación hemos situado el Cántico de Zacarías, con su debida antífona, al final del Oficio de Laudes que precede a la Misa.
Se emplean las variantes españolas del s.XVI de los cantos. Hemos hecho uso en particular de la Agenda Defunctorum (1556) de Juan Vásquez.
Al restaurar el versículo «Hostias et preces» para completar litúrgicamente el Ofertorio de Victoria, hemos derivado el canto llano del anterior Requiem de 1583 del propio Victoria (vuelto a imprimir en 1592). El Agnus Dei del medio y las respuestas Requiescant in pace. Amen. han sido añadidas por el equipo editorial.
Tomás Luis de Victoria nació en 1548 en Ávila, lugar de nacimiento de Santa Teresa. Así como ella parece personificar la actitud religiosa de la España del s.XVI (al menos su aspecto positivo), del mismo modo Victoria llegó a representar lo mejor del carárcer español en música. Muy joven aprendió su arte como infante de coro de la catedral de Ávila; tan prometedor resultó que a los diecisiete años fue enviado a Roma, bajo el patrocinio de Felipe II y la Iglesia, a estudiar an el Collegium Germanicum de los jesuitas.
La carrera musical de Victoria en Roma le puso en contacto con Palestrina y los innumerables cantantes, organistas y compositores de toda Europa, activamente empleados en las capillas e iglesias de aquella gran urbe en el momento preciso en que el catolicismo recuperaba su confianza, una vitalidad nueva y una reforma disciplinada. El joven sacerdote español empezó pronto a publicar sus composiciones en ediciones suntuosas. Ni el mismo Palestrina tuvo tanta suerte en aquellos momentos.
El éxito de los años en Roma no fue óbice para que Victoria siguiera añorando una vida tranquila en España. Tras de sus publicaciones de 1585 consiguió su deseo y regresó a ocupar el puesto de capellán y maestro de capilla del Real Convento de las Clarisas Descalzas en Madrid, de hecho hogar y capilla de la hermana de Felipe II, la emperatriz viuda María. Allí concluyó sus días, componiendo cada vez menos a partir de 1600 y nada, que nosotros sepamos, tras la publicación en 1605 del gran Oficio de Difuntos. Había rechazado ofrecimientos de Sevilla y Zaragoza; visitó Roma durante el período de 1592–94, para supervisar la impresión de sus obras y acudir al funeral de Palestrina. En 1595 regresó a Madrid para no volver a partir.
(http://www.hyperion-records.co.uk/al.asp?al=CDA66250)
Victoria: Requiem
Officium Defunctorum, 1605
Anonymous 1. Credo quod redemptor meus vivit
2. Taedet animam meam vitae meae
3. Ego sum resurrectio et vita – Benedictus Dominus, Deus Israel
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 4. Requiem Mass (Officium Defunctorum), 1605 1. Introitus: Requiem aeternam dona eis, Domine
5. Requiem Mass (Officium Defunctorum), 1605 2. Kyrie
6. Requiem Mass (Officium Defunctorum), 1605 3. Graduale: Requiem aeternam dona eis, Domine
7. Requiem Mass (Officium Defunctorum), 1605 4. Offertorium: Dominu Jesu Christe, rex gloriae
8. Requiem Mass (Officium Defunctorum), 1605 5. Sanctus
9. Requiem Mass (Officium Defunctorum), 1605 6. Agnus Dei
10. Requiem Mass (Officium Defunctorum), 1605 7. Communio: Lux aeterna luceat eis
11. Versa est in luctum
12. Libera me, Domine, de morte aeterna
Victoria: Requiem
Westminster Cathedral Choir
Director: David Hill
Recorded on January 1987 at Westminster Cathedral, London, United Kingdom
Excelentes gravações da série ‘Les Chemins du Baroque’, K617, gravadas em 1993, que se destacam pela presença de consagrados maestros: Gabriel Garrido, Josep Cabre e Jean-Claude Malgoire.
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Les Chemins du Baroque – ¡ Salga el Torillo !
Diego José de Salazar (Spain, ca.1659 – 1709) 01. ¡Salga el torillo hosquillo!
Juan de Araujo (Villafranca, España, 1646 – Chuquisaca, Bolívia 1712) 02. Dixit Dominus
Tomás de Torrejón y Velasco (España 1664 – Perú 1728) 03. Magnificat
Anonymous 04. Faux bourdon
Manuel de Sumaya (Manuel de Zumaya) (México, c.1678-1755) 05. Laetatus sum
Juan de Lienas, Mexico, ca. 1617 – 1654) 06. Sanctus 07. Agnus Dei
Francisco Guerrero (Sevilha, 1528-1599) 08. Pan Divino 09. Optimam Partem
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 10. Ave Maria a double choeur
Domenico Zipoli (Prato, Itália, 1688 – Córdoba, Argentina 1726) 11. Psaume Beatus Vir
Martin Schmid (Suiss, 1694 – 1772) 12. Pastoreta Ichepe Flauta
Anonymous 13. Te Deum Laudamus
Diego José de Salazar (Spain, ca.1659 – 1709) 14. ¡Salga el torillo hosquillo!
Les Chemins du Baroque – K617
¡ Salga el Torillo ! – 1993
Ensemble Elyma & Coro de Niños Cantores de Cordoba
Maestro Gabriel Garrido
La Grande Ecurie et la Chambre du Roy
La Maîtrise Nationale de Versailles
Maestro Jean-Claude Malgoire
La Compañia Musical de las Americas
La Fenice
Maestro Josep Cabre
(Não confundir com a postagem anterior de nome parecido)
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Da série ‘Les Chemins du Baroque’, K617, gravada em 1992 na igreja de Gorze, Moselle, França.
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Les Chemins du Baroque – Messe de l’Assomption de la Vierge Mexico
Francisco Guerrero (Sevilha, 1528-1599) 01. O Celestia Medicina – 1589
Gaspar Fernández (Portugal, 1570?- Puebla, Mexico, 1629) 02. Elegit Eum Dominus 03. Introitus – Gaudeamus Omnes In Domino
Juan de Lienas, Mexico, ca. 1617 – 1654) – Códice del Carmen 04. Kyrie 05. Gloria
Francisco Guerrero (Sevilha, 1528-1599) 06. Trahe Me Post Te 07. Graduale Et Alleluia – Assumpta Est Maria
Juan de Lienas, Mexico, ca. 1617 – 1654) 08. Credo
Sebastian Aguillera de Heredia (España, 1561 – 1627) 09. Sebastien Aguilera De Heradia: Salve De 1er Tono Por De La Sol Re 10. Offertorium: Assumpta Est Maria
Juan de Lienas, Mexico, ca. 1617 – 1654) 11. Sanctus 12. Agnus Dei
Francisco Guerrero (Sevilha, 1528-1599) 13. Pan Divino, Gracioso 14. Communio – Optimam Partem Elegit
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 15. Victoria: Ave Maria À Double Chœur – 1600
Les Chemins du Baroque – K617
Messe de l’Assomption de la Vierge Mexico – 1992
La Fenice
La Compañia Musical de las Americas
Maestro Josep Cabré
Segundo Festival de Música Renacentista y Barroca Americana Misiones de Chiquitos vol. II 1998
El material aquí presentado es tan solo una pequeña muestra de lo que fue el II Festival “Misiones de Chiquitos”. Las obras seleccionadas para los dos CDs sirven para documentar el desarrollo de música occidental en todos los mayores centros de su presencia en la Américas, desde los primeros años de su establecimiento hasta bien estrado siglo XIX.
La contribución del ambiente en la formación y desarrollo de los estilos musicales ha sido abundante. Una de las cosas sobresalientes en este documento es el spectrum y la originalidad del material incluído. Al lado de las tradiciones catedralicias, misionales o monásticas contamos con una impresionante contribución del medio de donde proviene la música.
Hablando tan solo de la letra de las obras, hay textos no solo en latín y español (propios al ambiente urbano) sino que muchos de ellos se sirvieron de lenguas originarias (ambiente de las misiones), como por ejemplo: maya, qheshwa, chiquitano, moxo o mapuche.
Los conciertos del Festival incluyeron obras de los múltiples archivos musicales americanos que poseen la música de la época de la Colonia: Puebla, Oaxaca, México, Guatemala (San Juan Ixcoi, la Catedral), Cuba, Santa Fé de Bogotá, Lima, Cuzco, Trujillo, La Plata (hoy Sucre), Tarija, las misiones de Chiquitos, Moxos, Guarayos y Mapuches, Minas Gerais, Rio de Janeiro y Bahía. Además, se presentaron, también, cantos de los anónimos sefardíes, un corpus de música instrumental y obras de los compositores de España, Italia, Alemania e Inglaterra.
El arreglo de los 2 CDs refleja la riqueza de estos programas, aunque no todo ha sido posible encerrar en ellos. Las grabaciones se las hizo en vivo, sin posibilidad alguna de repetición o corrección. El fin que hemos buscado ha sido producir un documento sonoro del Festival.
(Piotr Nawrot s.v.d. Festival “Misiones de Chiquitos” Director Artístico)
De Profundis Ensemble Vocal e Instrumental & Marcela Redalli. Maestrina Cristina Garcia Banegas (Uruguay)
Fr. Juan Pérez de Bocanegra (Cusco, ca. 1610) 02. Hanac Pachap Cussi Cuinin (A felicidade dos céu) – Himno procesional a la Virgen en lengua quechua
Anónimo, España 03. Con qué la lavaré
Anónimo 04. Diferencias
Manuel José de Quirós (Guatemala, ? – 1765) 05. Luzid, fragante Rosa
Capilla Virreinal de la Nueva España. Director: Aurelio Tello (México)
Gaspar Fernández (Portugal, 1570?- Puebla, Mexico, 1629) 06. Eso rigor e repente (Oaxaca)
Manuel de Sumaya (Manuel de Zumaya) (Mexico, c.1678-1755) 07. Como aunque culpa (Oaxaca)
Alfonso Mallén (? – ?) 08. Como chamorro es el alcaide (Puebla)
Grupo Vocal Contrapunto (Bolivia)
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 09. Ave Maria
Música Ficta. Mastro Carlos Serrano (Colombia)
Manuel Blasco (Ecuador, Quito c1628 – c1696) 10. Versos al órgano con dúo para chirimías
Juan Antonio Vargas y Guzmán (México, 1776) 11. Sonata no. 1 em La mayor
Grupo Zarabanda. Maestro Alvaro Marías (España)
Georg Philipp Telemann (Alemanha, 1681-1767) 12. Trío en Fa mayor 1. Vivace 13. Trío en Fa mayor 2. Maesto
Anónimo. Sonata no. 4 14. Sonatas ‘Chiquitanas’, AMCH 264 – Allegro
Georg Philipp Telemann (Alemanha, 1681-1767) 15. Dúo en Re menor 1. Largo 16. Dúo en Re menor 2. Vivace
Carlos Enrique Marchena, guitarra (Perú)
Anónimo, Lima, siglo XVIII 17. Giga en Re mayor
Anónimo 18. Cuaderno de Música para Vihuela
Segundo Festival de Música Renacentista y Barroca Americana, Misiones de Chiquitos vol. II
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1998
“Senhora Del Mundo” é linguagem em movimento. É o contrário do idioma que morreu por falta de uso, uma vez que os sinais musicais não descrevem imagens evidentes, mas traduzem intuições de tempo e espaço. Por isso, o que provêm do passado são os discursos subtendidos em cada representação.
“Senhora Del Mundo” é linguagem miscigenada, e consta de composições ibéricas dos séculos XVI e XVII, e, também, de composições coloniais latino-americanas.
É característica da música ibérica a presença de estruturas que remontam à tradição do canto monódico medieval e à polifonia franco-flamenga, e estas transmigraram para a música colonial.
Tais estruturas discursam, por definição, a sensação de estabilidade, porque nelas as tensões são minimizadas, ou suprimidas. Porém, quando há indecisão no uso delas, possibilita-se ao ouvinte sensação de instabilidade. Isto ocorre, por exemplo, nas músicas de Manuel Rodriges Coelho (1555-1623) e Manoel Dias de Oliveira (1738-1813).
Transformamos, portanto, em experiência auditiva um jogo entre o estável e o instável, e através dele buscamos expressar desejos de permanência e transcendência.
Enriquecem esse jogo as tendências simplificadoras da linguagem musical, que brotavam tanto no ambiente profano, que gerou os cancioneiros, quanto no sagrado. Isso ocorria devido à necessidade de melhor expressar a palavra pela música. Teve a América, então, acesso às formas simplificadas de polifonia e aos princípios da homofonia tonal.
Nossa interpretação explicita a impossibilidade de dissociar a informação objetiva de sua apreensão subjetiva. Se por um lado, nos ensinaram os europeus seus sistemas musicais, por outro, personalizamos tais ensinamentos e passamos a nos mostrar neles. Para isso, incorporamos à linguagem musical européia outros significados, justamente aquele herdado dos africanos e dos indígenas – e assim, nos revelamos em unidade.
(José Eduardo Costa Silva, extraído do encarte)
Palhinha: ouça: 03. Tarambote – Flautas Doces, Violino Barroco, Guitarra Barroca, Cravo, Rabecão e Percussão, fundo musical de um vídeo de um atelier português de azulejos.
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Pe. Manuel Rodrigues Coelho (Portugal, 1555-1623) 01. Verso Do 1º Tom – Flatua Doce, Flauta Traverso, Violino Barroco, Tiorba, Cravo, Rabecão E Percussão
Fr. Manuel Cardoso (Portugal, 1571-1650) 02. Benedictus – Da Missa ‘Veni Sponsa Christi, – Coro E Flauta Doce
Anônimo português (Séc. XVII) 03. Tarambote – Flautas Doces, Violino Barroco, Guitarra Barroca, Cravo, Rabecão E Percussão
Manoel Dias de Oliveira (São José del Rey [Tiradentes], 1735-1813) 04. Moteto ‘Bajulans’ – Coro, Violas Da Gamba, Rabecão E Flauta Doce
Anônimo português (Séc. XVI) 05. Vilancicos ‘Por Que Me Não Ves Joana’ – Coro, Alaúde E Viola Da Gamba
Juán Pérez Bocanegra (Peru, 1631) 06. Hanacpachap Cussicuinin – Coro, Flautas Doces, Flauta Traverso, Guitarra Barroca, Cravo, Rabecão E Percussão
Anônimo português (Séc. XVI) 07. Senhora Del Mundo – Flauta Doce, Flauta Traverso, Alaúde E Percussão
08. Venid A Suspirar – Coro
09. Vilancicos ‘Desesperança Vos Vestides’ – Flautas Doces, Flauta Traverso, Alaúde, Viola Da Gamba, Cravo, Rabecão E Percussão
Juan del Encina (Espanha, ca.1468-1529) 10. Vilancicos ‘Si Abra En Este Baldres, Partitesos, Mis Amores E Levanta Pascual’ – Flauta Doce, Alaúde, Cravo, Rabecão E Percussão 2
Anônimo, Brasil 11. Dona Branca – Flautas Doces, Alaúde, Rabecão, Viele De Roda E Percussão 2
Rei D. João IV, de Portugal (1604-1656) 12. Dança – Flautas Doce, Alaúde, Viola Da Gamba, Cravo, Rabecão E Percussão 2
Manoel Dias de Oliveira (São José del Rey [Tiradentes], 1735-1813) 13. Motetos ‘Assumpta Est E Exaltata Est’ – Coro, Tiorba, Cravo, Rabecão E Percussão 2
Anônimo Jesuítico – Missão de Chiquitos (Sec. XVIII) 14. Arias ‘Euge Serve Bone, Fidelis Servus, Serve Bone’ – Flautas Doces, Flauta Traverso, Cravo, Rabecão E Percussão 2 15. Regina Caeli – Coro, Viele De Roda, Flautas Doce, Flauta Traverso, Violino Barroco, Guitarra Barroca, Cravo, Rabecão E Percussão 2
Senhora Del Mundo – 1998
Collegium Musicum de Minas . BAIXE AQUI – DOWNLOAD HERE
XLD RIP | FLAC 216,1 MB | HQ Scans 12,9 MB |
La Colombina O Natal na Espanha e nas Américas Século XVI
Quatro cantores, solistas de renome, cujos caminhos se cruzaram em várias produções, madrigalistas fervorosos e, além disso bons amigos, decidiram formar um conjunto em novembro de 1990: La Colombina, o nome da coleção de música do final do século XV mantido na Biblioteca Colombina em Sevilha.
Cosmopolitas e muito latinos na formação, o conjunto é composto por um argentino, um italiano e dois catalães, especializados em música renascentista e música barroca, tanto religiosa como secular, cantando em sua maioria ‘a cappella’.
Enquanto o repertório favorito do grupo é muitas vezes espanhol, ele não deixa de excursionar pela música da França e especialmente da Itália. Desde a sua fundação, além de uma programação de gravação regular, La Colombina tem dado concertos na França, Bélgica, Espanha, Itália, Suíça, Holanda, Israel …
(traduzido do encarte)
O Natal na Espanha e nas Américas no séc. XVI Anonymous. Convento del Carmen, Mexico 01. Domine labia mea aperies – Deus in adjutorium Juan Gutiérrez de Padilla (Málaga, Espanha c.1590 – Puebla, México, 1664) 02. Christus natus est nobis Estêvão de Brito (Portugal, 1570-Spain, 1641)/Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 03. Jesu Redemptor omnium – Tu lumen et splendor Patris – Gloria tibi, Domine Gaspar Fernández (Portugal, 1570?- Puebla, Mexico, 1629) 04. Ensalada de Navidad – Desnudito parece mi Nino 05. Ensalada de Navidad – Ven y veras zagalejo 06. Ensalada de Navidad – Romance: Llegan los quatro al portal 07. Ensalada de Navidad – Romance: Sea para bien el Hijo Divino 08. Ensalada de Navidad – Este Nino se lleva la flor 09. Ensalada de Navidad – Naci tamborilero y sustentar me quiero 10. Ensalada de Navidad – Oy la musica del cielo 11. Ensalada de Navidad – Un relox a visto Andres 12. Ensalada de Navidad – Dominus dixit ad me Cristóbal de Morales (Spain, 1500-1553) 13. Pastores Dicite Quidnam Vidistes Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 14. O Magnum Mysterium Pedro de Cristo (Portugal, 1545/1550-1618) 15. Beata viscera Mariae – Beate viscera Mariae Virginis Francisco Guerrero (Sevilha, 1528-1599) 16. Oy, Joseph, se os da en el suelo Cristóbal de Morales (Spain, 1500-1553) 17. Ad tantae Nativitatis Estêvão de Brito (Portugal, 1570-Spain, 1641) 18. Crudelis Herodes – Ibant Magi quam viderant – Gloria tibi, Domine Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 19. Magi viderunt stellam Francisco Guerrero (Sevilha, 1528-1599) 20. Los Reyes siguen la’strella Bartomeu Càrceres (Spain, c.1546) 21. La Trulla
In Natali Domini – Christmas in Spain and the Americas in the 16th Century – 2000
La Colombina
Maria Cristina Kiehr – soprano
Claudi Cavina – alto
Josep Benet – tenor
Josep Cabré – baritono
Chorale des Jeunesses Musicales de France Tomás Luis de Victoria Gravação de 1956
O Chorale des Jeunesses Musicales de France, fundado pelo maestro Louis Martini, foi um dos melhores corais europeus dos anos 50 e 60.
Especializaram-se na interpretação de músicas do barroco francês.
Existem raríssimas referências a ele e seu coral na internet. Uma das poucas, informa: “May 6–May 28, 1956 – In Paris, Heitor Villa-Lobos supervises the recording of his Bachiana Brasileira No. 6 by Fernand Dufrene (flute) and René Plessier (bassoon) and his Bachiana Brasileira No. 2 with the Orchestre National de la Radiodiffusion Française, the four suites of his Descobrimento do Brasil, his Chôros No. 10 and his Invocação em defesa da patria, with Maria Kareska (soprano), the Chorale des Jeunesses Musicales de France, and the Orchestre National de la Radiodiffusion Française for EMI.” (Wikipedia)
Tradução, segundo a gentil contribuição do nosso ouvinte Orlando: “28 de maio de 1956 – Em Paris, Heitor Villa-Lobos supervisiona a gravação de sua Bachiana Brasileira No. 6, com Fernando Dufrene (flauta) e René Plessier (fagote) e de sua Bachiana Brasileira No. 2 com a Orchestre National de la Radiodiffusion Française, as quatro suítes de seu Descobrimento do Brasil, seus Choros No. 10 e sua Inovação em defesa da pátria, com Maria Kareska (soprano), o Chorale des Jeunesses Musicales de France e a Orchestre National de la Radiodiffusion Française pela EMI”.”
Esta postagem é a primeira de várias gravações épicas desse coral que aqui serão postadas. Espero que apreciem.
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 01. O Vos Omnes Anônimo 02. Le Noël de la Marche des Rois (Noël provençal)
03. Prière des Albigeois (1208)
O Vos Omnes / Le Noël de la Marche des Rois / Prière des Albigeois – 1956
Chorale des Jeunesses Musicales de France
Louis Martini, direction
Trilhas digitalizadas de LP de 1956
Allegri: Miserere Mundy: Vox Patris caelestis Palestrina: Missa Papae Marcelli
The Tallis Scholars)
Escolhida pela “BBC Music Magazine” como uma das 50 melhores gravações de todos os tempos e amplamente considerada como a melhor gravação do Miserere Allegri, esta memorável gravação foi realizada no Merton College Chapel, Oxford, em 1980, e estabeleceu novas normas para o desempenho e gravação de música sacra desacompanhada e provou ser um sucesso imediato artístico e comercial, atingindo o primeiro lugar no UK HMV Classical Chart em fevereiro de 1981. Esta edição é comemorativa do 25º aniversário dessa gravação.
Gregorio Allegri escreveu o Misererepouco antes de1638para a celebraçãoanual dasmatinasdurante a Semana Santa(a celebração da Páscoa). Duas vezes duranteessa semana,na quarta-feirae sexta-feira, o serviço teria início às03:00, quando seriam extintas27velas, uma de cada vez, até queapenas umapermanecesseacesa.Segundo relatos,o Papaparticiparia dessesserviços.Allegricompôs oMisererepara ofinal dos serviços“Tenebrae” (Tenebraerefere-seà extinçãogradualdas velas,uma por uma,durante os últimostrês diasna Semana Santa, simbolizando a morte de Cristoe os três diasno sepulcro.). Naúltima vela o Papa se ajoelhavadiante do altare rezavaenquanto oMiserereera cantado, culminando o serviço.
Allegri’s Miserere and Palestrina’s Missa Papae Marcelli are widely recognised as being of the finest music to come from the Golden age: they must receive more performances throughout the world than any other pieces of unaccompanied sacred music. We introduce William Mundy’s Vox Patris caelestis in order to establish the reputation of a masterpiece and of an English composer. It happens that Mundy wrote Vox Patris caelestis in almost exactly the same year as Palestrina wrote his Missa Papae Marcelli; by coupling them we can appreciate the extraordinary variety in sacred music which existed at that time between England and the continent.
Allegri’s Miserere is quite simple in conception and much of its impact relies on the conditions of performance, especially on the acoustic. The Tallis Scholars have used a reverberant building – Merton College Chapel in Oxford – and placed the solo group at some distance from the remainder of the choir. There are five sections in the music, which are identical except for the second half of the final verse where the solo group and the main choir at last join up, singing from the extreme ends of the chapel. The musical effect is created by Allegri’s use of discords (caused by a series of suspensions) and by embellishments around a straight-forward vocal line, which take the solo treble to a high C. The text is the whole of Psalm 51, perhaps the most penitential of all the psalms, traditionally sung in the Anglican rite on Ash Wednesday and in the Catholic rite during the last three days of Holy Week. (1980, rev. 1990 Peter Phillips)
Palhinha: ouça 01. Miserere
Gregorio Allegri (1582-1652) 01. Miserere William Mundy (c.1529-1591) 02. Vox Patris caelestis Giovanni Pierluigi da Palestrina (c.1525-1594) 03. Missa Papae Marcelli – 1. Kyrie
04. Missa Papae Marcelli – 2. Gloria
05. Missa Papae Marcelli – 3. Credo
06. Missa Papae Marcelli – 4. Sanctus & Benedictus
07. Missa Papae Marcelli – 5. Agnus Dei I & II
Allegri – Miserere (25th Anniversary Edition) – 2005
The Tallis Scholars
Peter Phillips, director
Masterpieces of Portuguese Polyphony The Choir of Westminster Cathedral
Até bem recentemente a música da Renascença Portuguesa jazia em quase completa obscuridade. Alguns compositores que haviam tido a sorte de ver suas obras publicadas em vida – caso de Manuel Cardoso, Duarte Lôbo e Filipe de Magalhães – já começaram a receber o reconhecimento que merecem, mas o mesmo não se aplica ao vasto corpus de música que permanece preservada apenas em manuscritos.
A maior coleção de tais manuscritos é de longe a que tem origem no mosteiro agostiniano da Santa Cruz, em Coimbra (Norte de Portugal). Esse mosteiro, casa materna da congregação agostiniana em Portugal, era um centro educacional e cultural de primeira categoria, com uma vida musical exuberante.
Mais importante dos compositores que trabalharam em Santa Cruz, Pedro de Cristo nasceu em Coimbra por volta de 1550 e tomou votos no mosteiro em 1571. Aí chegou ao posto de mestre de capela (isto é, de diretor do coro polifônico) na década de 1590. Dom Pedro também passou pelo menos dois períodos em Lisboa, como mestre de capela do Mosteiro de São Vicente. Um obituário que situa sua morte em 1618 menciona sua habilidade tanto como instrumentista quanto como compositor, e observa que seu talento musical o tornou requisitado por muitas das casas da congregação agostiniana.
As obras sacras de Pedro de Cristo – que passam de duzentas – dominam os manuscritos de Santa Cruz da década de 1580 à de 1620, sendo diversos deles da mão do próprio compositor. Muitos dos textos musicados refletem ênfases devocionais próprias de Santa Cruz. Um exemplo claro é o moteto Sanctissimi quinque martires, celebrando os “cinco mártires de Marrocos” – franciscanos que morreram em 1220 pregando aos muçulmanos ocidentais, cujas relíquias eram preservadas em Santa Cruz. Se essa peça apresenta de modo geral uma técnica contrapontística convencional, com frequência Dom Pedro empregava um estilo ritmicamente animado e de concepção mais vertical [em que as diferentes vozes se movem “nota contra nota”, prefigurando os conceitos mais tardios de “acorde” e “harmonia”] – o que se vê com especial clareza em suas musicalizações dos responsórios para as Matinas do Dia de Natal, bem como em obras para dois coros como o Magnificat no oitavo tom [faixa 15 nesta gravação] e a Ave Maria [faixa 14]. Nos responsórios de Natal cada unidade de sentido do texto é arranjada separadamente, com atenção meticulosa à acentuação correta, produzindo uma forma vívida de retórica musical.
Frei Manuel Cardoso nasceu em Fronteira, parte da diocese de Évora, em 1566 (embora antes se pensasse que em 1570). Fez votos de monge em Lisboa em 5 de julho de 1589. Segundo o Padre Manuel de Sá, foi “mandado a Évora para estudar gramática e a arte da música assim que teve idade para isso”, o que se julgou que fosse o caso aos nove anos, em 1575. Cardoso foi aluno aí dos padres Cosme Delgado e Manuel Mendes.
No decurso de sua carreira Cardoso viria a desfrutar do favor da Casa Real espanhola. Seu livro de missas sobre o tema Ab initio, de 1631, foi dedicado a Felipe IV. Esteve também ligado à família Bragança durante o tempo em que esteve no Convento Carmelita em Lisboa, e é provável que o futuro rei Dom João IV tenha sido seu aluno e patrono. Cardoso desfrutou de grande estima ao longo de sua vida tanto por sua vida piedosa quando por seus dons musicais excepcionais; foi frequentemente mencionado por seus contemporâneos de renome, tanto do campo musical quanto do literário, e era querido e respeitado por todos quando morreu em 1650.
Sobrevivem cinco coleções publicadas de obras de Cardoso: três livros de missas e dois volumes contendo Magnificats e motetos – porém dois dos motetos gravados aqui (Sitivit anima mea [faixa 2] e Non mortui [faixa 1]) foram publicados na verdade em uma das coleções de missas: a de 1625, que contém a Missa pro Defunctis. Os dois têm textos associados a ritos funerários. As outras obras gravadas procedem do volume de 1648, que foi a última publicação de Cardoso.
É característico de todas essas peças a combinação da escrita contrapontística ao modo de Palestrina (inclusive, as missas paródicas contidas no volume de 1625 de Cardoso são todas baseadas em Palestrina) com um modo muito pessoal de conduzir a harmonia. Os abundantes intervalos aumentados, entradas e progressões inesperadas e falsas relações, embora não exclusivos de Cardoso, são certamente mais evidentes na sua obra que na dos seus contemporâneos em Portugal, como Duarte Lôbo. Cardoso também escreveu música policoral – o que seria um meio mais óbvio para a aplicação de tais caracteríticas “barrocas” – mas essa foi toda perdida no terremoto de 1755, em Lisboa.
É a combinação dessas características com seu excelente conhecimento do contraponto palestriniano clássico que dá à música de Cardoso o seu caráter individual. Nos autem gloriae [faixa 5] ilustra bem o prodimento típico nesses motetos, que começam com um processo de imitação conscienciosamente elaborado (frequentemente a partir de três pontos, sendo a segunda entrada uma inversão da primeira), e então prosseguem de uma mandeira menos rigorosa, porém sempre com o máximo respeito na adaptação musical da palavra. No moteto Mulier quae erat [faixa 3] as inflexões cromáticas da elaboração imitativa inicial são tais, que não parece haver nenhuma tonalidade específica até que todas as entradas tenham acontecido e, por assim dizer, confirmado sua tonalidade uma com a outra.
Curiosamente, tais torções cromáticas não contradizem a serenidade transmitida por grande parte da música de Cardoso, trate-se de motetos ou de missas – e isso, poder-se-ia sentir, é de fato uma característica do barroco.
Além da Missa pro Defunctis, o exemplo mais resplandescente dessa “serenidade cromática” é provavelmente a que se encontra nas Lamentações. As destinadas à Quinta-Feira Santa [faixas 6 a 9] estão repletas de todas essas características encontradas nos motetos, e no entanto Cardoso nunca peca com algum exagero impróprio. A adequação litúrgica é respeitada sempre.
João Lourenço Rebelo nasceu em Caminha, na província do Minho, no Norte de Portugal, em 1610, 44 anos depois de Manuel Cardoso, embora tenha morrido apenas 11 anos depois deste. São desconhecidas as razões de haver mudado seu nome, pois era irmão de Marcos Soares Pereira, capelão-cantor na capela ducal [dos Bragança] em Vila Viçosa, o qual, quando aceitou tal nomeação, levou Rebelo consigo para que lá recebesse instrução musical. O patrocínio ducal (que mais tarde se tornou real) foi um elemento fundamental na vida de Rebelo, e ao que parece o próprio Dom João IV teria escrito dois motetos a seis vozes para completar uma das publicações de Rebelo (motetos dos quais resta somente a parte de uma das vozes).
A maior parte da música de Rebelo foi publicada em 1657, um ano depois da morte do seu patrono real, que deixou em seu testamento a ordem de que fosse impressa. Essa edição contém catorze musicalizações de Salmos (sendo duas séries de sete, cada texto musicado duas vezes), quatro Magnificats, música para as Completas [última das horas canônicas], duas Lamentações e um Miserere. O estilo policoral [então] moderno dessas obras fazem de Rebelo uma figura de considerável significação na história da música portuguesa. Há também um pequeno grupo de obras não publicadas para grupos menores, entre as quais se encontra o Panis angelicum [faixa 10].
Embora não possa ser descrita como policoral, Panis angelicum ilustra bem a música de Rebelo quanto a outros aspectos, ao usar um estilo melódico distintivo, às vezes fragmentário, com trechos de escrita homofônica ou perto disso. Talvez possamos ver aqui os últimos limites a que poderia chegar uma combinação de uma escrita contrapontística conduzida de modo genuíno com elementos de estilos mais novos. Nesse sentido, pode bem figurar como um emblema de Portugal nesse período, situado no último limite do continente e recebendo aí os ventos de mudança dos outros lugares da Europa da época.
(Extraído do encarte. Traduzido do inglês pelo Prof. Ralf Rickli <[email protected]> especialmente para esta postagem. Obrigado!)
Masterpieces of Portuguese Polyphony: The Choir of Westminster Cathedral Frei Manuel Cardoso (Portugal, 1566-1650) 01. Non mortui
02. Sitivit anima mea
03. Mulier quae erat
04. Tulerunt lapides
05. Nos autem gloriari
Lamentations for Maundy Thursday ‘Feria quinta in Coena Domini’
06. – Responsory 1: In monte Oliveti oravit ad Patrem
07. – Lectio 2: Vau. Et egressus est a filia Sion omnis decor eius
08. – Responsory 2: Tristis est anima mea
09. – Lectio 3: Jod. Manum suam misit hostis ad omnia desiderabilia eius João Lourenço Rebelo (Portugal, 1610-1661) 10. Panis angelicus Dom Pedro de Cristo (Coimbra, c1550-1618) 11. Hodie nobis de caelo
12. O magnum mysterium
13. Beata viscera Mariae
14. Ave Maria
15. Magnificat
16. Sanctissimi quinque martires Aires Fernández (fl.c.1590/1600 ) 17. Alma redemptoris mater
Masterpieces of Portuguese Polyphony: The Choir of Westminster Cathedral
Director: James O’Donnell
Iain Somcock, organ
Celia Harper, harp
Sally Jackson, dulcian (11 – 15)
Recorded in Westminster Cathedral on 13, 14, 20, 21 June 1991
Masterpieces of Portuguese Polyphony The William Byrd Choir
Há certa ironia no fato de que a música portuguesa tenha tido sua melhor fase justamente nos anos da dominação espanhola (1580 a 1640). No entanto, apesar de Felipe II da Espanha ter patrocinado generosamente os músicos de seu novo domínio, foi a família ducal dos Bragança – o Cardeal Henrique e sobretudo o duque João, que seria o rei Dom João IV depois da restauração – quem mais encorajou os mestres músicos que são a glória da música sacra portuguesa na primeira metade do século 17.
Duarte Lôbo, Filipe de Magalhães, o frade carmelita Manuel Cardoso, Lopes Morago, Brito, Francisco Martins e o monge Pedro de Cristo foram a figuras mais representativas nesse período que se inicia quando Palestrina vivia seus últimos dias e termina algum tempo depois da morte de Monteverdi.
Seu estilo é fortemente conservador, sendo um genuíno desenvolvimento direto daquilo que chamamos hoje de “polifonia renascentista”; levaram adiante a tradição de Morales, de Palestrina, de Guerrero (muito querido pelos compositores portugueses posteriores) e de [Tomás Luis de] Victoria. Seus contemporâneos espanhóis são Vivanco, López de Velasco, Carlos Patiño, entre outros. Foi somente mais tarde, em meados do século 17, que João Lourenço Rebelo, Pedro Vaz Rego e Diogo Dias Melgás “alncançaram” as gerações “barrocas” espanholas que se iniciam com Mateo Romero e com Cererols, e chegam até José de Torres y Martínez Bravo e a Francisco Valls.
O repertório de um coro de catedral portuguesa na década de 1630 é tipificado pelo inventário de 1635 encontrado em Coimbra. Ele enumera livros de motetos e de missas de Victoria, missas e magnificats de Duarte Lôbo e de Magalhães, e missas de Cardoso. Os espanhóis se encontram representados aí por livros de missas de Alonso Lobo, Juan Esquivel e dos mestres mais antigos Morales e Guerrero. Também se encontravam os livros de música para Vésperas publicados por Navarro e Esquivel, junto com música de Philippe Rogier, nascido nos Países Baixos e mestre da Capilla Flamenca em Madri.
Quer dizer: um repertório fortemente ibérico. De fora, nem mesmo Palestrina está incluído, embora sua música fosse bem conhecida e usada desde há muito na Espanha e em Portugal.
DUARTE LÔBO (que não deve ser confundido com o espanhol Alonso Lobo, e também conhecido pela forma latinizada Eduardus Lupus) foi o compositor português mais conhecido em sua época; suas obras eram bastante executadas em seu próprio país e nos Países Baixos espanhóis, bem como no México e Guatemala. Nasceu em 1565 ou 67, e morreu em 1646. Lôbo estudou com Manuel Mendes no famoso Colégio da Claustra de Évora, cidade em que também foi cantor e por um breve período diretor do coro da catedral. Mudou-se para Lisboa para encarregar-se da música no Hospital Real, e em 1594 se tornou mestre de capela na catedral dessa capital, onde também lecionou no Colégio da Claustra, mantendo esses vários cargos, respeitadíssimo, até a sua aposentadoria, quando passou a dirigir a música no Seminário de São Bartolomeu até sua morte.
As obras de Lôbo que sobreviveram incluem suas edições de textos e de cantochão para o Ofício dos Mortos (Lisboa, 1603) e o Processional de Lisboa (1607), e sua aprovação aparece em diversas publicações de métodos de cantochão e num Passionário (coleção de cantos para a Semana Santa) de 1595. Suas próprias composições, além disso, foram belamente impressas – na verdade até suntuosamente – pela firma Plantin de Antuérpia.
Os dezesseis arranjos de Lôbo para o Magnificat foram publicados em 1605. São concisos e breves, e portanto totalmente adequados para os serviços regulares das Vésperas. Em 1621 e 1639 vieram à luz os livros de missas. Estas vão de curtas e simples até obras elaboradas e imponentes para cinco, seix e oito vozes. Os dois missais se encerram com uma Missa pro Defunctis e alguns motetos fúnebres. As missas são treze, sem contar os arranjos do Requiem.
A Missa de Requiem de 1621 é a oito vozes, a de 1639 é a seis, tendo esta uma característica incomum na época que é a alternância de cantochão e polifonia no Dies Irae. A de 1621 não é para dois coros separados, embora ocorram momentos antifonais entre os dois grupos. As vozes são duas de soprano, duas de contralto, duas de tenor e duas de baixo. A edição de 1621 incluir as entoações, incipits e versos em cantochão, e com isso se pode ver que a polifonia é estreitamente relacionada às antigas melodias dos cantos, que são citadas ou parafraseadas com frequência.
Em momentos breves porém frequentes, Lobo raleia sua textura de oito vozes; sua harmonia é bem simples porém muito firme, com linhas de baixo direcionadas com decisão. O efeito geral termina sendo de homofonia, mas encontramos uma abordagem contrapontística bastante viva no gradual e no ofertório. No verso ‘In memoria’ do gradual encontramos um trio livremente fluente, mas no restante são empregadas todas as oito vozes. Os movimentos inicial e final são extremamente simples: temos aí o tipo de música que parece nada quando vista no papel, mas quando executada mostra grande dignidade e atmosfera. A música é exatamente o que Lôbo, sacerdote e compositor por profissão, pretendia que fosse: totalmente adequada à Missa de Réquiem – os solenes ritos funerais ou memoriais da Igreja Católica.
A maior parte da edições da Missa de Réquiem nos séculos 16 e 17 traziam em anexo um ou mais motetos apropriados para funerais, e nesse sentido esta gravação traz Audivi vocem de caelo, uma obra a seis vozes que conclui o Liber Missarum de Lôbo publicado em 1621.
FILIPE DE MAGALHÃES, como seu contemporâneo Lôbo, foi aluno e corista em Évora, tendo cantado no coro da catedral e no Colégio da Claustra. Aí Magalhães se tornou o aluno predileto de Manuel Mendes, e em 1605 herdou toda a coleção musical de seu antigo professor. Tendo se mudado para Lisboa para ser cantor na Capela Real, tornou-se seu mestre de capela em 1623. Aposentou-se em 1641, um ano depois da Restauração em que o Duque João de Bragança tornou-se rei. Muitas de suas obras devem ter sido perdidas no grande terremoto de 1755; sabemos de diversas delas, inclusive uma missa a oito vozes, pelos catálogos da grande biblioteca musical de Dom João IV.
Ao contrário de Duarte Lôbo, Magalhães teve dois volumes de sua música impressos em Lisboa, e não em Antuérpia. A qualidade dos tipos e da impressão são pobres em comparação com os livros de Lôbo editados por Plantin, mas a música em si apresenta a alta qualidade e expressividade que levaram alguns escritores modernos a aclamar Magalhães como o maior dos compositores de Portugal.
Em 1636 Magalhães publicou seu volume de Magnificats, e seu Missarum Liber também vem claramente datado de 1636 na página de rosto. São esses dois livros que contêm a maior parte da música de Magalhães que chegou até nós. Encontramos aí sete missas para quatro ou cinco vozes, algumas das quais com um elaborado segundo arranjo do Agnus Dei. Curiosamente, as palavras finais dona nobis pacem [‘dá-nos a paz’] nunca aparecem nessas obras, mesmo quando existe um tal segundo Agnus Dei.
Por outro lado, todas as missas possuem dois movimentos claramente separados para o Christe Eleison, no que são similares a todas as outras missas compostas em Portugal nesse período. Não é nem um pouco claro se isso indica a possibilidade de alternância com cantochão, inclusive porque lá onde isso seria mais provável – no Réquiem baseado em cantochão – somos pegos de surpresa por apenas um Christe.
Sua Missa pro Defunctis gravada aqui é para seis vozes e é seguida pelo altamente expressivo moteto a seis vozes ‘Comissa mea pavesco’ que conclui o volume [presente também no CD Masters of the Royal Chapel, postado em 28/06].
O Ordinário da Missa executada nesta gravação é uma continuação típica da tradição de Palestrina e de Victoria, do final do século 16. A Missa Dilectus Meus foi baseada em um moteto ainda não encontrado. Está escrita para coro a cinco vozes, o soprano dividido (SSATB). Essa divisão de vozes é usada completa a maior parte do tempo, mas no Crucifixus do Credo é reduzida a SSAT, e no Benedictus a SAT [ambos sem baixo]. O Hosanna é em compasso ternário.
O segundo Agnus Dei [ver acima] é escrito para seis vozes, agora com divisão também nos altos [SSAATB]. A voz do tenor segue a parte do primeiro soprano em um cânon à oitava estrito. A música flui em um estilo polifônico sereno e efetivo, um belo exemplo do conservador stile antico praticado em Portugal.
A gravação se conclui com o moteto fúnebre Comissa mea pavesco, uma obra magistral, de uma escrita confiante, segura na sua sucessão de temas elaborados sem pressa, com um espírito penitencial tocante porém cheio de dignidade.
(Bruno Turner, 1986 – extraído do encarte. Traduzido do inglês e do alemão pelo Prof. Ralf Rickli <[email protected]> especialmente para esta postagem. Não tem preço!!)
Masterpieces of Portuguese Polyphony: The William Byrd Choir Duarte Lôbo (Portugal, c1565-1646; Latinized as Eduardus Lupus) 01. Missa Pro defunctis ‘Requiem’ – Movement 1: Introitus. Requiem aeternam
02. Missa Pro defunctis ‘Requiem’ – Movement 2: Kyrie
03. Missa Pro defunctis ‘Requiem’ – Movement 3: Graduale. Requiem aeternam
04. Missa Pro defunctis ‘Requiem’ – Movement 4: Offertorium. Domine, Jesu Christe
05. Missa Pro defunctis ‘Requiem’ – Movement 5: Sanctus
06. Missa Pro defunctis ‘Requiem’ – Movement 6: Agnus Dei
07. Missa Pro defunctis ‘Requiem’ – Movement 7: Communio. Lux aeterna
08. Audivi vocem de caelo Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 09. Missa Dilectus meus – Movement 1: Kyrie
10. Missa Dilectus meus – Movement 2: Gloria
11. Missa Dilectus meus – Movement 3: Credo
12. Missa Dilectus meus – Movement 4: Sanctus
13. Missa Dilectus meus – Movement 5: Benedictus
14. Missa Dilectus meus – Movement 6: Agnus Dei
15. Commissa mea pavesco
Masterpieces of Portuguese Polyphony: The William Byrd Choir – 2005
The William Byrd Choir
Director: Gavin Turner
Recorded in All Hallows, Gospel Oak, London, on 2 & 4 June 1986
Uma gravação patrocinada pela The Calouste Gulbenkian Foundation em comemoração ao 600º aniversário do Tratado de Windsor, entre Inglaterra e Portugal.
Having recorded the Victoria, it seemed logical for us to continue with the best of the Portuguese settings, which eventually led us to make discs of the Cardoso Requiem and the six-voice version by Duarte Lôbo.
Iberian Requiems
Settings of the Requiem Mass are among the most frequent requests for concert music. This may seem unlikely, given the subject matter, but in fact it is just that subject matter which makes them so compelling. There is a drama inherent in the text which never fails to move audiences, having, in the first place, brought out the best in the composer. It is not a modern kind of drama such as we are used to seeing in the cinema or on television, but rather of the opposite: of the light which is shining on the deceased (whose body would have been present in the original performances), of the immediacy of heaven, of the peace which death will bring. Put in words this may sound a bit far-fetched, but from the split second that the opening ‘Requiem aeternam’ chant is heard, every listener is inevitably transported. It is a classic instance of the power of music over every other art-form to communicate without reserve.
This drama gradually moves through different stages as the music proceeds. The essential mood is the one of the opening – long-held chords inviting the contemplation of eternal rest. This is the Requiem’s alternative to the atmosphere of desperation, noise and betrayal which underpins so many television thrillers. It returns at regular intervals – in the Gradual, the Sanctus and Agnus Dei, through the promise of perpetual light in the Communion – but is interrupted in the Offertory and the Responsory by the thought of what will happen if Christ does not deliver the departed soul from the pains of hell. In every setting the ‘essential mood’ becomes unbearably intensified in these passages, though the musical style may not change very much. One recoils from the ‘poenis inferni’ (the ‘pains of hell’), the ‘ore leonis’ (the ‘lion’s mouth’), the ‘dies irae, calamitatis et miseriae’ (the ‘day of wrath, calamity and woe’). Indeed the Responsory represents a mini-drama within the whole, piling agony on agony as the pace of the music quickens by alternating brief chant passages with abbreviated polyphony. But in both the Offertory and the Responsory calm is restored by the idea of light: ‘let Saint Michael bring them forth into Thy holy light’ in the Offertory, and ‘lux perpetua’ (‘light perpetual’) in the Responsory.
The main reason why Victoria’s six-voice Requiem is one of the greatest masterpieces of the entire renaissance period is that this mood perfectly summed up the composer’s view of life and death. There was no better text for a committed Catholic priest to set. In doing so Victoria created a sound-world which, although it was not original, gained a dimension not imagined before. In fact the Requiem (or Missa pro defunctis) had long been a favourite text of Iberian composers, from the late fifteenth-century setting of Pedro de Escobar onwards. This continued through the sixteenth century with, in particular, two versions by Morales, through to the High Renaissance and the setting by Guerrero amongst others. By the early years of the various ways to take up the possibilities inherent in the Victoria. There remain quite a few more, in particular the six-voice setting by Felipe de Magalhães and the eight-voice of Lôbo. This set represents the first time the fruits of this mini-project have been made available together.
The Tallis Scholars Sing Iberian Requiems
Victoria wrote his Requiem for the funeral in 1603 of the Dowager Empress Maria, daughter of Charles V, wife of Maximilian II, mother of two emperors and sister of Philip II of Spain. For some years Victoria had been her chaplain. The music was published in 1605 in a print which contained nothing other than the movements associated with the funeral service, though some of these were extra to the normal sequence. In particular Victoria included the four-voice Taedet animam meam and the six-voice Versa est in luctum, though no one is entirely sure when these would have been sung. We omit the Taedet here not least because its style is very different from that of the Requiem proper, but include the Versa est in luctum as a postlude.
It is the six-voice texture (SSATTB) of the Victoria, used in long sustained chords which hide a plainchant melody in one of the soprano parts, that sets the scene for the Evora compositions. Both the Cardoso and the Lôbo apparently begin as carbon copies of the Victoria, the music expanding from the plainchant ‘requiem aeternam’ as it were from a single point with infinite spaciousness. In fact the musical language of these Portuguese writers is not entirely derivative. The Cardoso in particular stakes out its own harmonic territory in that first phrase, making towards an augmented chord which suggests a date of composition well after Victoria’s time. It was this chord which so struck listeners when the original disc of this music was released by Gimell in 1990, establishing Cardoso (c.1566–1650) for the first time as a major figure of the period. This Requiem was published in 1625, but it is not known for whose obsequies it was written. The Requiem proper follows Victoria in being scored for six voices (SSAATB in this case); the concluding Responsory Libera me however reduces to four (SATB).
Duarte Lôbo (c.1565–1646) was an exact contemporary of Cardoso, who must therefore have been a close colleague in both Evora and Lisbon. His penchant was for full sonority, as shown in both of his Requiem settings: the eight-voice (not recorded here) technically follows the trendy double choir baroque format of the time, but in fact proceeds for much of its length in eight-part counterpoint. His six-voice Requiem is apparently a later work – published in 1639 as opposed to the 1621 of the eight-voice – but simply continues the dense and sonorous idiom of his earlier years. His six-voice choir is SAATTB, which emphasizes the denseness, though he continued to put the chant in the single soprano part, instead of the more usual tenor, as both Victoria and Cardoso had done before him. The final Responsory, to different words, again sees a reduction to four voices.
To fill out the Iberian picture of these two discs, we have included four motets each by Cardoso and the Spanish composer Alonso Lobo (1555–1617, not related to Duarte). Two of the Cardoso motets, Non mortui and Sitivit anima mea, originally appeared in the same publication as his Requiem (1625) and therefore, since that book only contained Mass-settings, were obviously viewed as an integral part of the funeral rite. The other two Cardoso motets have more general texts, though Nos autem gloriari would not be out of place at the conclusion of a funeral or memorial service. Similarly two of the Alonso Lobo items are associated with the Requiem, most obviously his magnificent Versa est in luctum which may be compared with that of Victoria (Disc One, Track 9). Lobo’s setting does not appear to have belonged to a Missa pro defunctis proper, though his Credo quod redemptor (Track 14) is also associated with the service of Matins for the Dead. Vivo ego is a more general text within the period of Lent. Lobo’s Ave Maria is a masterpiece of a rather different kind, being based on a complex canon 8 in 4 at the upper fifth. Although the eight voices are divided into two choirs and the bottom part of each choir sings the same music, the other three voices are rearranged: the top part of the choir which begins becomes the third part in the choir which responds, the second part of choir I becomes the top part of choir II and the third part of choir I becomes the second part of choir II. Yet despite the mathematical intricacies the resulting music seems artlessly serene, as befits the text. It culminates in the most perfect ‘Amen’, where the beauty inherent in these canons is particularly telling. (Peter Phillips, extraído do encarte)
Tomás Luis de Victoria (Spain, 1548-1611) 01. Requiem 1. Introitus: Requiem aeternam
02. Requiem 2. Kyrie
03. Requiem 3. Graduale: Requiem aeternam
04. Requiem 4. Offertorium: Domine Iesu Christe
05. Requiem 5. Sanctus & Benedictus
06. Requiem 6. Agnus Dei I, II & III
07. Requiem 7. Communio: Lux aeterna
08. Requiem 8. Responsorium: Libera me
09. Versa est in luctum
Duarte Lobo (Évora, 1565-Lisboa, 1615) 10. Requiem for six voices 1. Introitus: Requiem aeternam
11. Requiem for six voices 2. Kyrie
12. Requiem for six voices 3. Graduale: Requiem aeternam
13. Requiem for six voices 4. Sequentia pro defunctis: Dies irae
14. Requiem for six voices 5. Offertorium: Domine, Iesu Christe
15. Requiem for six voices 6. Sanctus & Benedictus
16. Requiem for six voices 7. Agnus Dei I, II & III
17. Requiem for six voices 8. Communio: Lux aeterna
18. Requiem for six voices 9. Responsorium pro defunctis: Memento mei
Fr. Manuel Cardoso (Portugal, 1571-1650) 19. Requiem 1. Introitus: Requiem aeternam
20. Requiem 2. Kyrie
21. Requiem 3. Graduale: Requiem aeternam
22. Requiem 4. Offertorium: Domine Iesu Christe
23. Requiem 5. Sanctus & Benedictus
24. Requiem 6. Agnus Dei I, II & III
25. Requiem 7.Communio: Lux aeterna
26. Requiem 8. Responsorium: Libera me
27. Non mortui
28. Sitivit anima mea
29. Mulier quae erat
30. Nos autem gloriari
Alonso Lobo (Seville, c.1555-1617) 31. Versa est in luctum
32. Credo quod Redemptor
33. Vivo ego, dicit Dominus
34. Ave Maria
Requiem, vol 1 & 2 – 2005
The Tallis Scholars
Peter Phillips, director
BAIXE AQUI – DOWNLOAD HERE (com encarte)
MP3 320 kbps – 362,8 MB – 2,5 h (2 CD’s) powered by iTunes 12.1.0
Esta postagem inclui todos os sete motetos de Alonso Lobo, publicados em 1602 no livro Liber primus missarum, e uma de suas melhores missas do mesmo livro: Missa Maria Magdalene.
A escola espanhola de compositores renascentistas, prestes a tornar-se uma das mais esplêndidas na Europa, foi de um desenvolvimento um tanto tardio. Embora houvesse personagens significativos trabalhando na Espanha durante a primeira metade do século 16, foi realmente apenas com o declínio na corte dos músicos franco-flamencos que a profundidade surpreendente de talentos desenvolvidos nas escolas e coros locais veio à tona.
Dentre os mais impressionantes destes homens destacaram-se Francisco Guerrero (1528-1599) e Alonso Lobo (1555-1617), quase certamente mestre e aluno. Lobo, que não deve ser confundido com seu homônimo português e quase contemporâneo Duarte Lôbo, talvez seja mais conhecido agora por seu consumado moteto Versa est em luctum, gravado aqui, e durante sua vida ele foi respeitado como igual ao próprio grande Victoria.
Francisco Guerrero (Seville, 1528-1599) 01. Maria Magdalene, motet for 6 voices
Alonso Lobo (Seville, c.1555-1617) 02. Missa Maria Magdalene 1. Kyrie
03. Missa Maria Magdalene 2. Gloria
04. Missa Maria Magdalene 3. Credo
05. Missa Maria Magdalene 4. Sanctus & Benedictus
06. Missa Maria Magdalene 5. Agnus Dei I & II Motets:
07. O quam suavis est, Domine
08. Quam pulchri sunt
09. Ave Regina caelorum
10. Versa est in luctum
11. Credo quod Redemptor
12. Vivo ego, dicit Dominus
13. Ave Maria
Sacred Music by Alonso Lobo – 1997
The Tallis Scholars
Director: Peter Phillips
Portuguese Requiem Masses Schola Cantorum of Oxford Director: Jeremy Summerly
The flowering of Portuguese polyphony came in the first half of the seventeenth century with composers such as Estêvão de Brito, Filipe de Magalhães, Duarte Lôbo, and Manuel Cardoso. The early years of the century had witnessed many musical innovations (for example the Baroque genre of opera and the experiments of Monteverdi) and the Portuguese composers worked these developments into the polyphonic traditions of the so-called stile antico to produce particularly expressive interpretations of the texts through freer use of dissonance.
Duarte Lôbo began studying music at Évora with Manuel Mendes. He was appointed mestre da capela at Lisbon Cathedral in 1594 and remained there until his death in 1646. His six volumes of liturgical music prove him to be one of the leading Portuguese exponents of the polyphonic style. The Missa pro defunctis of 1621 skilfully retains the polyphonic style of Palestrina alongside the more modern dissonances, setting the sombre text almost in the style of his Spanish counterpart Victoria. Seven voices weave a contrapuntal web around the plainchant — itself often a paraphrase of the original chant — and the resulting eight parts sing variously all together, as two choirs, and in reduced combinations, thereby creating a unique style out of seemingly anachronistic components.
Manuel Cardoso was trained as a chair boy, also in Évora. After taking his vows in 1589 he became a member of a Carmelite order in Lisbon and was employed by the future King John IV, the Duke of Barcelos, from 1618 until 1625. His Missa pro defunctis was written in the last year of this period and is perhaps even more explicit in its evocation of Victoria’s own six-part setting of the same text. The chant in both is placed in one of the soprano parts rather than the more usual tenor, and a slow harmonic pace is created by using the chant in semibreves and the counterpoint in minims. Only occasionally are these note lengths halved — as at the words Libera eas de are leonis (‘Release them from the lion’s mouth’) in the Offertorium — to bring an increase of momentum.
Jeremy Summerly was a choral scholar at New College, Oxford from where he graduated in 1982. For the next seven years he worked as a Studio Manager with BBC Radio. It was during this time that he became Director of the Edington Festival Consort and founded the Oxford Camerata. In 1989 he left the BBC in order to join the Royal Academy of Music as a lecturer in the department of Academic Studies and in 1990 he was appointed conductor of Schola Cantorum of Oxford. He is now in considerable demand as a conductor and recently signed a long-term contract with Naxos to record 16th- and 17th-century music with the Oxford Camerata and Schola Cantorum of Oxford.
Schola Cantorum of Oxford is Oxford University’s longest-running and most celebrated chamber choir. Much in demand for appearances at major music festivals in Britain and abroad Schola Cantorum has been conducted by Leonard Bernstein, Gustav Leonhardt, Sir Colin Davis, and Sir Neville Marriner as well as by Britten, Tippett, and Stravinsky in performances of their own music.
(extraido do encarte)
Palhina: ouça 02. Missa pro defunctis (1621) – 2. Kyrie comDe Profundis Ensemble Vocal e Instrumental.
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Portuguese Requiem Masses
Duarte Lôbo (Portugal, c1565-1646; Latinized as Eduardus Lupus) 01. Missa pro defunctis (1621) – 1. Introitus
02. Missa pro defunctis (1621) – 2. Kyrie
03. Missa pro defunctis (1621) – 3. Graduale
04. Missa pro defunctis (1621) – 4. Offertorium
05. Missa pro defunctis (1621) – 5. Sanctus
06. Missa pro defunctis (1621) – 6. Agnus Dei
07. Missa pro defunctis (1621) – 7. Communio
Frei Manuel Cardoso (Portugal, 1566-1650) 08. Missa pro defunctis (1625) – 1. Introitus
09. Missa pro defunctis (1625) – 2. Kyrie
10. Missa pro defunctis (1625) – 3. Graduale
11. Missa pro defunctis (1625) – 4. Offertorium
12. Missa pro defunctis (1625) – 5. Sanctus
13. Missa pro defunctis (1625) – 6. Agnus Dei
14. Missa pro defunctis (1625) – 7. Communio
Portuguese Requiem Masses – 1992
Schola Cantorum of Oxford
Director: Jeremy Summerly
Recorded in the Chapel of New College, Oxford on 16th and 17th March, 1992
. Dia do bemaventurado martyr sam Sebastiani que he dos vinte dias do mes de Ianeiro, polla menha vem a cidade de Coimbra cam a cabida, collegios, e mais clerezia em procissam solenne a este masteiro de santa cruz, em memoria de grande merce & beneficio que recebeo o Reino de Portugal de Deus nosso senhor, por intercessam deste saneto martyr, em Ihe dar em elle el Rey dam Sebastião nosso Senhor.
Esse foi apenas um dos muitos dias do ano em que o Mosteiro agostiniano da Santa Cruz se tornava o ponto focal da cidade de Coimbra, no Norte de Portugal. Entre as mais esplêndidas dessas celebrações estavam aquelas – como a que acabamos de descrever – que refletiam o estreito relacionamento entre o mosteiro e a Casa Real portuguesa. Em junho, por exemplo, os membros da Universidade de Coimbra participavam no Mosteiro da Santa Cruz de uma série de elaborados eventos litúrgicos que celebravam o Rei Dom João III, que havia refundado e transferido a universidade portuguesa de Lisboa para Coimbra na década de 1530, inicialmente sob a jurisdição direta desse mosteiro. Esse arranjo havia sido um passo natural, já que Santa Cruz já era um dos estabelecimentos educacionais de maior destaque em Portugal, atraindo os filhos da nobreza para as suas faculdades que, desde fins da década de 1520, tinham entre os seus professores eminentes mestres recrutados de Paris. O clima intelectual de Santa Cruz é vividamente retratado em uma passagem de 1541, que descreve assim a área em frente ao mosteiro:
Em este tavoleiro ha grande concurso de estudantes que continuamente confìrem entre sy, hums em gramatica outros em Logica, outros em Rectorica e em as outras artes Liberáis, outros em a santa Theologia, outros em a medicina … E a tados he oprobrio falar salvo em a lingoa romana our grega.
Entre os cônegos de Santa Cruz nesse período estava Heliodoro de Paiva (~1500-1552), que tinha crescido na corte como irmão adotivo do jovem rei Dom João. Seu obituário relaciona uma série notável de habilidades intelectuais e artísticas, observando que era muito bom theologo, muito bom ebraico, grego, latino, philosopho musico, muito perfeito universal em toda a musica, em compor muitas, e boas obras . . . sendas missas, magnificas, motetos, muito bom tangedor, e contrapontista, escrivão perfeito.
As poucas peças vinculadas ao nome de Heliodoro nas fontes musicais de Santa Cruz são as peças mais antigas atribuídas a um músico em atividade no mosteiro. A seção do versículo do seu Aleluia, deixado sem texto no manuscrito para permitir que a obra fosse executada em diferentes festas, é cantada nesta gravação com um texto adequado à festa de São João Batista; a estreita associação entre esse santo e o rei Dom João refletia-se nas liturgias comemorativas mencionadas acima, de modo que, por exemplo, a missa de 7 de junho em Santa Cruz, assistida todos os anos pela universidade, era uma Missa de São João.
Da mesma forma, a dedicação do mosteiro à Santa Cruz era naturalmente refletida na sua liturgia: as duas Festas da Cruz (a Descoberta e a Exaltação da Santa Cruz) tinham prioridade máxima no calendário do Mosteiro, e dentro de várias das elaboradas cerimônias públicas já mencionadas apareciam antífonas relativas à cruz. Vexilla regis prodeunt (cujos primeiro e último versos são executados aqui) é um hino para a festa da Descoberta da Santa Cruz, enquanto Salvator mundi era utilizada regularmente no mosteiro como antífona votiva. Uma das mais intrigantes obras polifônicas dedicadas à cruz preservadas nos manuscritos de Santa Cruz é O crux benedicta, deixada sem atribuição de compositor na fonte. Partes desse moteto correspondem de forma mais ou menos exata a passagens do moteto Domine meus et Deus meus, atribuído a Pedro Guerrero, o irmão mais velho do mais famoso Francisco. O modo com que essas as obras estão relacionadas e o estilo de O crux benedicta sugerem que este tenha sido inspirado por Dominus meus, e não o contrário, e que não tenha sido Pedro Guerrero o responsável pelo moteto anônimo. O remodelamento foi feito com grande habilidade, introduzindo dissonâncias ácidas, adequadas ao tema do texto, no modelo bastante insípido utilizado. A ideia de adaptar a peça de Guerrero pode ter sido inspirada pelo fato de seu texto incluir as palavras de Cristo na cruz: ‘In manus tuas Domine commendo spiritum meum’ (‘Em tuas mãos, Senhor, entrego meu espírito’), o que o relaciona tematicamente a O crux benedicta.
A celebração da liturgia em Santa Cruz alcançava a sua mais alta elaboração na Semana Santa, começando com o Domingo de Ramos. Foi para esse dia que, Pedro de Cristo, mestre de capela do mosteiro por mais de um período entre 1590 e1610, providenciou sua versão dramática para cinco vozes de Osanna filio David, antífona cantada antes da benção dos ramos e de sua distribuição ao povo. Após a abertura homofônica, a textura da peça fragmenta-se, representando em seu denso contraponto e dissonâncias ásperas os gritos da multidão à entrada de Cristo em Jerusalém.
Posuerunt super caput eius fazia parte do repertório da Semana Santa da Capela Real dos Duques de Bragança, que governaram Portugal a partir de 1640. A partir de um manuscrito do século XVIII copiado para essa capela, podemos deduzir que era cantada como um moteto para o Ofertório na Missa da Quarta-feira da Semana Santa. Essa fonte atribui a peça ao compositor português Aires Fernandez, cujas obras, em sua quase totalidade, estão preservadas em manuscritos de Santa Cruz de Coimbra. Entretanto, essa atribuição pode estar errada; mais de uma fonte espanhola atribuí a obra a Rodrigo de Ceballos (c.1530-1591), mestre de capela em Córdoba e na Capela Real em Granada, e de fato há paralelos estilísticos próximos com outras obras de Ceballos.
O grupo de obras relacionadas com a cruz ou adequadas à Semana Santa conclui com uma versão das Lamentações para a Quinta-Feira Santa (a primeira leitura das Matinas – ou Tenebrae – nesse dia), que é preservada sem atribuição num manuscrito compilado em Santa Cruz na década de 1570. Em contraste com muitas versões dessa leitura (incluindo as de Vitoria, Palestrina e Lassus), todos os cinco primeiros versos do texto estão incluídos, cada um deles precedido por uma letra hebraica. O compositor inspirou-se no texto para fazer novas subdivisões, reintroduzindo o conjunto de vozes completo em ‘omnes amici eius‘ (todos os amigos dela) e ‘omnes portae eius‘ (todos os seus portões) depois de passagens a três vozes. A obra inicia-se com uma proeminente referência ao tema utilizado nas Lamentações no cantochão espanhol, e referências semelhantes ocorrem no início de diversos versículos.
O estilo policoral, que era um elemento importante na música sagrada ibérica no final do século XVI, foi cultivado de uma forma altamente individual em Santa Cruz por Pedro de Cristo, conforme demonstrado pelas suas versões de Sanctorum meritis e de Salva nos Domine. O começo da primeira, uma paráfrase da melodia gregoriana desse hino, é típica de sua técnica de empregar notas rápidas ao colocar o texto em música, prática que proporciona grande parte da animação rítmica que caracteriza a antifonia entre os dois coros em ambas as peças. Por que terá Pedro de Cristo produzido uma composição tão grandiosa para esse hino (que faz parte das Vésperas em festas de um ou mais mártires)? A explicação pode residir em ela ter sido composta para a festa dos Cinco Mártires do Marrocos, cujas relíquias se contavam entre as mais preciosas posses do mosteiro. Um Ordinário impresso datado de 1579 diz-nos que no dia dessa festividade ‘aas cinco horas de manhão se abriram da igreja‘ para receber as pessoas que desejavam frequentar a Missa e tocar as relíquias, e – excepcionalmente – que ‘se não fecham as portas de igreja em fim da missa, por o muito concurso da gente, mas ficaram abertas até o fim das Completas.’
Santa Cruz também possuía uma relíquia de São Vicente, que talvez explique a existência do moteto de Pedro de CristoBeate martir, em comemoração desse mártir. Alternativamente, a explicação pode residir no fato de Pedro de Cristo ter sido, durante vários períodos, mestre de capela da casa-irmã de Santa Cruz, o mosteiro de São Vicente da Fora, em Lisboa (que domina o horizonte do bairro da Alfama). A versão do mesmo Pedro de Cristo do hino Ave maris stella é um excelente exemplo da arte da paráfrase – a construção de polifonia imitativa a partir dos motivos de uma peça de cantochão.
Circumdederunt me, composto por Aires Fernandez, é uma das grandes obras primas expressivas da polifonia ibérica do século XVI, uma maestria evidenciada no controle do clímax na primeira seção do moteto. A simplicidade deliberada do começo, com suas sonoridades escassas e preservação cuidadosa da consonância, torna ainda mais surpreendente o emprego súbito de uma tríade aumentada após oito breves; a homofonia dá ênfase às palavras ‘dolores inferni‘, após as quais uma passagem intensamente dissonante em ‘circumdederunt me‘ contrasta de forma aguda com o tratamento dessas palavras no início da peça. Entretanto, o cerne expressivo da obra reside na sua última seção, em ‘laquei mortis‘, quando as vozes repetem sem cessar o seu motivo cadente numa sequência harmônica que não desce muito nas suas duas primeiras aparições, mas na terceira bemoliza-se vertiginosamente. Circumdederunt me pode ter sido escrito para serviços pro defunctis, embora no século XVIII tenha sido, como Posuerunt super caput eius, executado pela Capela Real durante a Semana Santa (para ser preciso, como um moteto de Ofertório na Missa da segunda-feira daquela semana). Ao contrário de Posuerunt, entretanto, o seu estilo não deixa dúvidas quanto ao fato de ser Aires Fernandez o seu compositor.
Heu mihi, Domine é, da mesma forma, um moteto pro defunctis, tendo o seu texto sido tirado de um responsório de Matinas dos Mortos. Infelizmente, o nome do compositor, Antonio Lopez, é comum demais para permitir que o identifiquemos com segurança, embora um homem com esse nome tenha sido mestre de claustro na Catedral de Coimbra em 1604. Entretanto, a peça em si revela um fato interessante a respeito do compositor: o de que ele conhecia a versão do Salmo 50 de Josquin des Près, Miserere mei Deus. Quando Lopez alcançou essas palavras do começo do salmo no seu próprio texto, ele (como muitos outros compositores do século XVI) fez referência ao motivo que se repete em ostinato por todo o moteto de Josquin. Na verdade, Lopez chama a atenção para esse motivo – que coloca as palavras ‘miserere mei Deus‘ em um tom invariável exceto por uma subida e queda em ‘Deus‘ – colocando-o na voz mais alta em uma textura homofônica, e imediatamente repetindo a frase numa forma rearmonizada, permitindo que o motivo penetre na frase seguinte, ‘dum veneris in novissimo die‘.
A terceira e última seção da gravação é uma sequência de música (cantochão e polifonia) para a última das Horas Canônicas – as Completas. As fontes musicais de Santa Cruz sugerem que essas Horas cresceram consideravelmente em importância musical (em que mais itens eram executados polifonicamente) no final do século XVI. Tipicamente, essas peças polifônicas eram derivadas do cantochão que substituem, como demonstram as três obras de Aires Fernandez incluidas aqui: a sua versão do cântico Nunc dimittis retém o tema empregado para o recitativo do texto, colocando-o sucessivamente na voz superior, no contralto e no tenor nos três versos polifônicos, e empregando uma textura essencialmente homofônica; o tratamento do hino Te lucis ante terminum é mais elaborado, apresentando o cantochão na parte superior, mas permitindo que seus motivos também penetrem as outras três vozes. A belamente estruturada versão de Benedicamus Domino coloca o cantochão no tenor e, mais uma vez (embora de uma forma mais sutil), faz com que seus motivos penetrem nas vozes circundantes. A versão do responsório das Completas In manus tuas, de Pedro de Cristo, é para a Época da Páscoa, conforme demonstrado pela adição da palavra ‘alleluia’ ao fim de cada seção de texto. A peça baseia-se, como a composição de Nunc dimittis de Aires Fernandez, em texturas homofônicas simples que são essencialmente uma elaboração harmonizada do cantochão (aqui encaixadas numa parte interna na primeira seção polifônica da peça). Essa técnica é apenas levemente mais sofisticada do que a empregada aqui para o salmo Ecce nunc benedicite (apenas um dos vários salmos das Completas): versos em cantochão alternam-se com aqueles em que o cantochão é utilizado como a base de uma harmonização a quatro vozes, um método conhecido como fabordão. Um única fórmula, memorável devido às suas figuras cadenciais sincopadas, é empregada para cada verso polifônico.
No final das Completas vinha a última devoção do dia, dedicada à Santa Virgem e contendo como item principal uma antífona que com frequência era cantada polifonicamente. Na Páscoa o texto selecionado era Regina caeli laetare que exorta Maria a rejubilar-se com a ressurreição do seu Filho. A composição a quatro vozes executada aqui, utilizada em Santa Cruz na década de 1570, soa como se fosse composta livremente, porém, mais uma vez, é fortemente tributária do cantochão correspondente.
(Owen Rees, 1994 – extraído do encarte. Traduzido do inglês e do alemão pelo Prof. Ralf Rickli <[email protected]> especialmente para esta postagem)
Music from Renaissance, Coimbra
Anonymous 01. O crux benedicta
02. Salvator mundi
Aires Fernandez (Portugal, ?-?) & Rodrigo de Ceballos (Spain, c1530-1591) 03. Posuerunt super caput eius
Anonymouss 04. Vexilla regis prodeunt
Dom Pedro de Cristo (Coimbra, c1550-1618) 05. Osanna filio David
Anonymous 06. Lamentation for Maundy Thursday, ‘Incipit lamentatio Hieremiae prophetae’ Dom Pedro de Cristo (Coimbra, c1550-1618) 07. Sanctorum meritis Aires Fernandez (Portugal, ?-?) 08. Circumdederunt me
Antonio Lopez, (?-?) 09. Heu mihi, Domine
Dom Pedro de Cristo (Coimbra, c1550-1618) 10. Ave maris stella
11. Beate martir
Heliodoro de Paiva (Portugal, 1502-1552) 12. Alleluia
Sequence of music for Compline (Sequência de músicas para as Completas)
Anonymous 13. Iube, Domine, benedicere
14. Converte nos, Deus
15. Psalm 133 ‘Ecce nunc benedicite’, with antiphon, ‘Ignatus est super nos lumen vultus tui Domine’
Aires Fernandez (Portugal, ?-?) 16. Te lucis ante terminum
Anonymous 17. Tu autem in nobis
Dom Pedro de Cristo (Coimbra, c1550-1618) 18. In manus tuas
19. Salva nos, Domine
Aires Fernandez (Portugal, ?-?) 20. Nunc dimittis
Dom Pedro de Cristo (Coimbra, c1550-1618) 21. Salva nos, Domine
Aires Fernandez (Portugal, ?-?) 22. Benedicamus Domino
Anonymous 23. Regina caeli
Music from Renaissance, Coimbra – 1994
A Capella Portugvesa
Director: Owen Rees
Recording details: February 1994
The Church of St John the Evangelist, Oxford, United Kingdom
EDITOR’S CHOICE:
“Este é um álbum deslumbrante, com a melhor excução de um consort de flautas que alguma vez ouvi. Também a música é excepcional.” Jeremy Barlow, Early Music Today “This is a stunning album, with the finest recorder consort playing I have heard. The music too is superb.” Jeremy Barlow, Early Music Today
“(…) um caso sério de excelência musical (…)” Luís Caetano, Câmara Clara (RTP2)
”a serious case of musical excellence (…)” Luís Caetano, Câmara Clara (RTP2)
“Cada uma das 34 peças do disco deixa um testemunho poderoso da música portuguesa seiscentista e da belíssima expressão dos seus compositores.” Maria Augusta Gonçalves, Jornal de Letras “Each from the 34 tracks leaves a powerful testimony from the 17 Century’s Portuguese music and the utmost beautiful expression from their composers.” Maria Augusta Gonçalves, Jornal de Letras
“Het is een schijfje om niet alleen in het cd-rek te stoppen maar vooralin de cd-speler, thuis, in de wagen of waar ook. Geen mens die er zichzal bij vervelen.” Klassiek Centraal
“É um disco para não colocar na estante mas no leitor de cd de casa, do carro ou em qualquer lugar. Ninguém irá ficar aborrecido.” Klassiek Centraal “A cd not to be placed in the shelf but in the cd player at home, at the car or elsewhere. No one will get bored.” Klassiek Centraal
“Maravilhosamente bem preparado e gravado, este disco é uma sossegada alegria do início ao fim.” Dominy Clements, Music Web International “Marvellously well prepared and recorded, this disc is a quiet joy from beginning to end.” Dominy Clements, Music Web International
“O resultado seduz o ouvinte de imediato pela envolvência das cores sonoras e pela clareza do discurso.” Cristina Fernandes, Publico Caderno Ípsilon The result seduces the listener immediately thorough the sound colors’ environment and discursive clarity. “Cristina Fernandes, Publico Caderno Ípsilon
CONCERTOS / CONCERTS:
“(…) a pequena Sala do Capítulo encheu-se para um inesperado deleite: afinal, o consort era sublime no tempero, na invenção, na partilha, e a ‘música dos anjos’ não perdia com o grão da chuva que a polvilhava (…) Logo ao primeiro ataque, o agrupamento surpreende pela positiva: o som é, de facto, lindíssimo, mas, mais do que o som, a inimaginável sincronia alerta para um elevadíssimo nível, só possível com um rigoroso trabalho de conjunto (…)” Diana Ferreira, Público “(…) the small Sala do Capítulo [Coimbra] as filled for an unexpected delight: the consort was sublime in the temperament, in the invention, in the sharing and the ‘music from the angels’ was not lost with the dusty rain that felt. (…) The ensemble surprises from the first attack: the sound is indeed extremely beautiful but, more than that, the unimaginable synchronization alerts for an very high level, only obtainable thorough an minute collective work (…)” Diana Ferreira, Público
A IMAGEM DA MELANCOLIA
Fundada em 2002 com o objectivo de explorar o reportório polifónico renascentista. O núcleo do grupo é constituído por 5 flautistas de bisel aos quais se agregam outros instrumentistas e cantores em função do projecto em curso. Na construção do seu conceito interpretativo, A IMAGEM DA MELANCOLIA socorre-se do estudo atento de fontes musicais, literárias e iconográficas coevas do reportório executado, procurando explorar de uma forma laboratorial alguns aspectos linguísticos característicos da prática interpretativa quinhentista (como a afinação, os conceitos de frase, a teoria melódica…) e confrontar o ouvinte moderno com experiências sonoras distantes das convencionais nos dias de hoje.
THE BAD TEMPERED CONSORT
Fruto do projecto O Consort Português Mal Temperado, financiado pelo Instituto das Artes, o cd THE BAD TEMPERED CONSORT foi gravado em 2008 e será lançado em Setembro de 2009 (29 de Maio no Benelux e Alemanha) pela etiqueta Challenge Classics. O programa é inteiramente dedicado à música portuguesa do início do século XVII (Pedro de Araújo, António Carreira, Manuel Rodrigues Coelho) com ênfase em transcrições de obras do manuscrito Braga 964. (http://www.aimagemdamelancolia.net)
Palhinha: ouça 15. Sobre e Seculorum (com a participação de Magna Ferreira), enquanto aprecia os belos castelos medievais de Portugal.
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A Imagem da Melancolia – The Bad Tempered Consort (arrangements for recorder ensemble)
Anonymous/Anonymous 01. Entrada
02. Verso por D lasolre
03. Chirio
Padre Manuel Rodrigues Coelho (1555 – 1635)/Anonymous 04. Verso Sobre Ave Maris Stella
Pedro de San Lorenzo (?-?)/Anonymous 05. Obra de registro de mano ysquierda
Anonymous/Anonymous 06. Entrada
07. Tento
Pedro de Araujo (c.1662-1705)/Anonymous 08. Obra e Passo
Anonymous/Anonymous 09. Entrada (arr for recorder ensemble)
Padre Manuel Rodrigues Coelho (1555 – 1635)/Anonymous 10. Sobre Pange Lingua (com a participação de Magna Ferreira)
Anonymous/Anonymous 11. Fantasia
Padre Manuel Rodrigues Coelho (1555 – 1635)/Anonymous 12. Tento in B minor
Anonymous/Anonymous 13. Entrada
14. Chirio
Padre Manuel Rodrigues Coelho (1555 – 1635)/Anonymous 15. Sobre e Seculorum (com a participação de Magna Ferreira)
16. Verso
Anonymous/Anonymous 17. Chirio
18. Obra
19. Entrada
20. Chirio
Pedro de Araujo (c.1662-1705)/Anonymous 21. Batalha
Anonymous/Anonymous 22. Entrada
23. Verso por E lami
24. Chirio
25. Entrada
26. Verso
27. Chirio António Carreira (Lisbon, c1515-c1590)/Anonymous
28. Fantasia a 4
Anonymous/Anonymous 29. Entrada
António Carreira (Lisbon, c1515-c1590)/Anonymous 30. Quartus Tonus Fantasia a 4 (com a participação de Magna Ferreira)
Anonymous/Anonymous 31. Chirio
32. Verso
Padre Manuel Rodrigues Coelho (1555 – 1635)/Anonymous 33. Tento de 8th tom natural
Pedro de Araujo (c.1662-1705)/Anonymous 34. Phantasia
A Imagem da Melancolia – The Bad Tempered Consort – 2009
Flautas/Recorders: Andrea Guttmann, Inês Moz Caldas, Marco Magalhães, Matthijs Lunenburg, Paulo Gonzales, Pedro Castro, Pedro Couto Soares, Pedro Sousa Silva, Susanna Borsch
Canto/Singing: Magna Ferreira
Portugal was historically by no means isolated from the mainstream of European culture, although the earlier periods of Portuguese polyphony may be relatively little known. There were, nevertheless, monastic and ecclesiastical connections with other parts of Europe, and, of course, with Rome, while the proximity of Spain, most evident in the golden age of Portuguese polyphony, ensured that Portugal was part of the wider European tradition of polyphony, with an important fifteenth century centre in the Royal Chapel, reflected also in the music of cathedrals and choir-schools, notably, in the sixteenth century, at Évora.
Among the earlier of Portuguese composers to win a wider reputation, particularly in Spain, was Pedro de Escobar (c.1465-1535), convincingly identified by Robert Stevenson with Pedro do Porto or Pedro del Puerto, employed at the Spanish Royal Chapel of Queen Isabella I and later in Seville. His motet Clamabat autem mulier (But there cried out a woman) won considerable popularity, to be used by Gil Vicente in his play Auto da Cananea in 1534, arranged for solo vihuela by the Spanish composer Mudarra, and transported to the New World, notably to Guatemala, where two unattributed manuscripts of the work are found.
Palhinha: ouça 15. Clamabat autem mulier
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Bartolomeo Trosylho (c.1500 – c.1567), his name variously spelt as Trosilho or Truxillo, was a singer in the Royal Chapel of Dom João III, becoming master of the chapel in 1548. Although the heading of the manuscript containing Circumdederunt me (My enemies have surrounded me) is pro defunctis trosylho (for the dead, Trosylho), the text is in fact the Introit for Septuagesima Sunday. Trosylho’s richly polyphonic setting is for four voices.
Manuel da Fonseca (fl.1540) is recorded as having been mestre da capela at the Cathedral of Braga in 1544. Betweeen 1542 and 1543 he seems to have been mestre da capela to the king’s son Dom Duarte and is chiefly known for his Liber Introitus, a copy of which, dated 1615, still survives in Braga. Beata viscera Mariae (Blessed be the womb of Mary) is not now an Introit in the Roman rite, though the first lines are used as the Communion verse for Mass on Feasts of the Blessed Virgin. It might be supposed that it was originally an Introit for a votive mass to Our Lady, perhaps in the Braga rite, which has now been discontinued following various liturgical reforms. It is based on the relevant plainchant in the bass, with the other three voices weaving a texture around its steady and even progress.
It was not until the beginning of the seventeenth century that the work of Portuguese polyphonic composers began to be known more widely. The most famous three, Duarte Lobo (c.1565-1646), Manuel Cardoso (1566-1650), and Filipe de Magalhães (c.1571-1652) were all pupils of Manuel Mendes (c.1547-1605) at Évora, an important cathedral and university city in eastern Portugal. All three also became very successful musicians after moving to the capital, Lisbon.
The youngest of the group, Filipe de Magalhães, was reputedly the favourite pupil of Mendes, whom he succeeded at Évora. He later moved to Lisbon, where he was choirmaster at the Misericórdia and master of music in the Royal Chapel. He is regarded as being a highly accomplished composer, capable of an unparalleled smoothness of polyphonic style and elegance of vocal line. This can be heard in his four-part Vidi aquam (l beheld the water), a piece to be sung during the procession and sprinkling of holy water at the beginning of Mass in Paschal time, and in his six-part Commissa mea pavesco (I tremble at my sins), a verse from the third responsory at Matins in the Office for the Dead.
The Mass O Soberana luz (O sovereign light), its title a possible reference to King Philip IV of Spain, was included in the Liber Missarum of Magalhães, published by Craesbeck in 1636. This publication begins with the setting of Vidi aquam and ends with Commissa mea pavesco. Although the first four notes of the tenor part in several movements of the Mass are identical with the plainsong Mass Cum jubilo, for feasts of the Blessed Virgin, the rest of the line is different. It is more probable that this is a parody Mass, derived from another composition, since the opening tenor theme is always presented with two descending lines in upper parts, often in thirds. These materials are variously treated, sometimes with contrasting material, but they can be clearly heard in the openings of the Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Benedictus, and Agnus Dei. Another feature of this Mass is the continued use of contrast between sections which use longer notes and those where the rhythms are much faster and livelier. This would point to a source, perhaps a lost villancico, where there might have been this kind of contrast, possibly between the copla (stanza) and the estribillo (refrain).
Duarte Lobo became mestre da capela at the Cathedral in Lisbon. Testimony to the wider popularity of his music may be seen in the publication of his music by Plantin in Antwerp, his Christmas Responsories in the Opuscula of 1602, followed by a book of sixteen Magnificats in 1605 and books of Masses in 1621 and 1639. Both Audivi vocem de caelo, (l heard a voice from Heaven), a six-voice setting of a verse and response for Lauds from the Office for the Dead, and Pater Peccavi (Father I have sinned) were included in the 1621 volume. Lobo remained the only one of the Évora composers to have his music printed by Plantin.
Frei Manuel Cardoso was born in Fronteira in 1566 and professed as a Carmelite friar in Lisbon in 1589. In 1605 he too completed a book of Magnificats and began a long period of correspondence with Plantin with a view to having this published in Antwerp. The fee demanded by Plantin, however, was too high and instead he gave the work to Peter Craesbeck, a former apprentice of Plantin, a printer now established in Lisbon. The book was eventually printed and published in 1613. Cardoso had connections with the Portuguese and Spanish royal families, with the future King Dom João IV possibly his pupil and later certainly his patron. One of the features of Cardoso’s style is his consistent use of augmented chords, particularly in four-part writing. Most scholars see this as an absorption of Baroque harmonic practice into sixteenth century style. Two eariy instances can be heard in the six-part Magnificat Secundi Toni at the words (salu)ta(ri meo). Although the final Sicut erat (As it was in the beginning) has no instances of a full augmented chord, every other movement has at least one, and there are no fewer than nine in the four-part Esurientes (He has filled the hungry).
in 1648, Craesbeck printed Cardoso’s Livro de Varios Motetes, consisting mainly of pieces for the Holy Week liturgy. The Lamentatio on the present recording is the second Lesson for Matins (1st Nocturn) on Maundy Thursday. Cardoso’s setting for six voices uses only the Vau and Zain verses, omitting those given as Heth and Teth. The work concludes with Jerusalem, Jerusalem, convertere ad Dominum Deum tuum (Jerusalem, Jerusalem, turn to thy Lord).
Ars Nova
The vocal group Ars Nova is one of the most distinguished chamber choirs in Scandinavia in the field of early and new music. The twelve singers of the choir and the director Bo Holten have produced a series of internationally acclaimed compact discs and have given more than 650 concerts and broadcasts in Scandinavia, the rest of Europel Israel and Japan. The group was founded in 1979. Since 1990 Ars Nova has been the first professional choir in Denmark fully financed by private sponsors and foundations. These are Bikuben Bank and the Danish Ministry of Cultural Affairs and Foundation of Culture.
Ars Nova has been a pioneer in the performance of the work of Renaissance composers and in the field of modern music has concentrated its attention on compositions of the last 25 years, with work by distinguished Scandinavian composers as well as performing some 120 new works by composers such as Górecki, Pärt and Takemitsu. In 1991 the choir won the Danish Grammy Award for its recording of sacred music by Nicolas Gombert and in 1992 a Diapason d’or gold medal in France for the best classical compact disc, a recording of motets and chansons by Josquin des Prez. (extraído do encarte)
Portuguese Polyphony
Frei Manuel Cardoso (Portugal, 1566-1650)/Bible – Old Testament 01. Lamentatio
Frei Manuel Cardoso (Portugal, 1566-1650) 02. Magnificat secundi toni
Duarte Lôbo (Portugal, c1565-1646; Latinized as Eduardus Lupus) 03. Audivi vocem de caelo
04. Pater peccavi
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 05. Vidi aquam
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652)/Mass Text 06. Missa O Soberana luz 1. Kyrie
07. Missa O Soberana luz 2. Gloria
08. Missa O Soberana luz 3. Credo
09. Missa O Soberana luz 4. Sanctus
10. Missa O Soberana luz 5. Benedictus
11. Missa O Soberana luz 6. Agnus Dei
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 12. Commissa mea pavesco
Manuel da Fonseca (fl.1540) 13. Beata viscera
Bartolomeo Trosylho (c.1500-c.1567) 14. Circumdederunt me
Pedro de Escobar (c.1465–after 1535), a.k.a. Pedro do Porto 15. Clamabat autem mulier
Portuguese Polyphony – 1992
Vocal group Ars Nova
Bo Holten, director
Recorded at Kastelskirken, Copenhagen, on 10th and 12th October 1992
Lisboa abrigava no século 17 uma cultura musical exuberante e um grande número de igrejas, conventos e mosteiros que mantinham uma refinada tradição de música polifônica.
Entre os mais proeminentes compositores atuantes em Lisboa nos anos iniciais do século 17, cuja música só recentemente começou a receber o reconhecimento que merece, estão Manuel Cardoso, Duarte Lobo, Filipe de Magalhães e Manuel Rodrigues Coelho, que tiveram todos boa parte de suas músicas impressas por editoras de Lisboa e de Antuérpia (hoje na Bélgica).
Esses músicos tiveram diferentes posições de proeminência nas seguintes instituições: Catedral, Igreja da Casa de Misericórdia, Hospital del Rey, Convento do Carmo e Capela Real.
A capela e palácio reais – o Paço da Ribeira, construído por Dom Manuel por volta de 1500 – ficavam à beira-rio. Exceto por algumas alterações significativas feitas em torno de 1610 como parte dos preparos para uma visita de Felipe III da Espanha (a qual na verdade só aconteceu em 1619) a capela permaneceu intacta até o terremoto de 1755, que destruiu grande parte da região central de Lisboa. Registros pictóricos do palácio real no século 17 mostram o edifício completo, com suas alas de estilo clássico acrescentadas por volta de 1586.
De 1580 e 1640 Portugal esteve anexada à Espanha sob os reis Felipe II, III e IV, da Casa de Habsburgo. Durante esse período houve constante trânsito de músicos e de repertórios musicais entre os dois países, especialmente entre Lisboa e Madri. Tanto o português quanto o castelhano eram falados – e cantados – na corte de Lisboa.
Os monarcas espanhóis eram todos amantes e conhecedores de música – e até mesmo compositores -, permanentemente interessados no cultivo da música nas suas cortes e capelas. Quando Felipe II visitou Lisboa pela primeira vez, em 1581-82, mostrou-se claramente desapontado com o padrão musical encontrado ali, queixando-se não apenas de que o coro da capela era fraco, mas também de que não havia organistas competentes, e mandou imediatamente buscar seu organista em Madri, Hernando de Cabezón, filho do grande Antonio de Cabezón.
Esta situação insatisfatória levou o rei a solicitar em 1592 do capelão-mor, o Bispo Jorge de Atayde, que redigisse um estatuto regulando a organização da Capela Real – um documento que fornece importantes informações sobre o tipo e quantidade de músicos e clérigos a serem empregados ali no final do século 16 e seus respectivos salários.
Os músicos incluíam um mestre de capela (diretor do coro polifônico), 24 cantores (o que permitia 6 por voz na música a quatro vozes), dois organistas, dois baixões (fagotes ou outros instrumentos baixos) e um cornetista [tocador de corneto, instrumento de bocal em madeira, diferente de corneta].
A capela era frequentada também por 22 meninos “de boa criação”, quatro dos quais, os “moços de estante”, em treinamento contínuo para sua futura contratação como cantores. A essa lista podem se acrescentar os 30 capelães, procedentes de um número de diferentes ordens religiosas, 26 dos quais eram responsáveis por cantar o cantochão durante os serviços litúrgicos e dos quais se requisitava, portanto, que tivessem boa voz e bom domínio do latim.
Em 1608, seguindo a solicitação de Atayde por reformas, o rei (Felipe III da Espanha) reduziu o número de músicos da capela a 17 cantores (quatro tiples [sopranos], cinco contraltos, cinco tenores e três “contrabaixos”) e a 24 capelães.
No final do século 16 diversos espanhóis haviam ocupado posições importantes na Capela Real portuguesa. Esses incluem Francisco Garro (~1556-1623), que veio em 1524 da cidade de Sigüenza para suceder Antonio Carreña (~1525-~1590) como mestre de capela, e os organistas Juan de Lucerna e Sebastián Martínez Verdugo. Esses dois seriam sucedidos em 1602 por Diego de Alvarado (~1643) – um basco que já havia estado a serviço da coroa espanhola – e em 1604 pelo organista português Manuel Rodrigues Coelho (~1555-1635).
Coelho havia estudado em Elvas (Portugal) e passado algum tempo como organista tanto em Badajoz (Espanha) quanto em Elvas antes de vir para Lisboa em 1602 para assumir um cargo similar. Tanto Alvarado quanto Coelho ainda trabalhavam na Capela Real quando em 1623 Filipe de Magalhães (~1571-1652), que havia ingressado na Capela Real como capelão em torno de 1596, sucedeu a Francisco Garro como mestre de capela – posto em que permaneceu até sua aposentadoria em março de 1641, tendo publicado dois volumes de polifonia vocal em 1636: um livro de versões do Magnificat e outro de Missas.
Como Cardoso e Lobo, Magalhães havia estudado na Catedral de Évora com Manuel Mendes. Enquanto capelão da Capela Real, ensinava cantochão e polifonia aos cantores e dirigia o coro na ausência do mestre de capela Francisco Garro, desempenhando ainda as funções de mestre de capela na Igreja da Casa de Misericórdia. Em 1623, quando finalmente sucedeu a Garro, Magalhães já era um homem maduro, na casa dos cinquenta, e respeitado pelos seus colegas músicos.
Em 1639 a corte real em Lisboa havia se tornado uma instituição exuberante no aspecto musical que, paralelamente aos músicos da capela, tinha um grande conjunto de instrumentistas à disposição. Quando em 1640 Dom João IV ascendeu ao recém-restaurado trono português, essa vida musical se beneficiou das tradições musicais e litúrgicas de que os Duques de Bragança desfrutavam em seu palácio e capela em Vila Viçosa. Lamentavelmente, a famosa biblioteca musical de Dom João IV – que também havia sido transferida de Vila Viçosa para o palácio em Lisboa – foi destruída no terremoto de 1755, porém sobrevive seu índice parcial, impresso em 1649, como um excitante registro da música que era apreciada e provavelmente executada nos círculos reais.
Missa para a Festa da Natividade da Bem-Aventurada Virgem Maria na Capela Real, ~1635
Na Capela Real, os ofícios litúrgicos eram rezados ou cantados diariamente de acordo com o uso romano, e nos dias festivos mais importantes do calendário litúrgico a missa era celebrada com muita pompa e cerimônia, e grande elaboração musical. Nas festas maiores como a Páscoa e Corpus Christi, e nas principais festas marianas, a cidade inteira vibrava com música e dança e procissões coloridas pelas ruas. Uma dessas festas era a da Natividade da Bem-Aventurada Virgem Maria em 8 de setembro, dia no qual se celebrava também uma das festas marianas mais populares em Portugal, a de Nossa Senhora da Luz. Havia diversas igrejas dedicadas a ela país afora, incluindo uma em Lisboa que, a partir do relato da presença de Felipe III sua missa do domingo 8 de setembro de 1619, tornou-se um dos mais populares centros de romarias do século 17.
Há uma vívida descrição contemporânea do estilo da celebração dessa festa em Pedrógão Grande (uma pequena cidade na região de Portugal), a qual retrata um animado festival que incluía procissão bem como dança e música de caráter popular tocada em instrumentos como harpa, rabequinhas, charamelas e trompetes, touradas, entretenimentos teatrais e jejum.
Esta gravação apresenta uma reconstrução parcial da Missa Alta como poderia ter sido celebrada nesse dia de festa na Capela Real, conjugando música vocal e para órgão de compositores dessa capela, tendo como núcleo a Missa Ó Soberana Luz, de FILIPE DE MAGALHÃES, com apoio de outras peças apropriadas a esse tema mariano. O título da missa de Magalhães sugere uma associação com Nossa Senhora da Luz, e a missa pode ter sido baseada num vilancico [ou vilancete, canção popular de tema religioso, em espanhol villancico], talvez de autoria do próprio Magalhães. (Em muitos vilancicos da época, compostos para festas marianas, Maria era designada como rainha – Soberana Reyna ou La Niña Soberana – e se fazia referência a sua luz radiante.
Infelizmente não sobrevive nenhum vilancico desses com origem em Portugal, mas a madrigalística villanesca [um gênero aparentado] La luz de vuestros ojos [faixa 22], de Francisco Guerrero, na qual Maria é tratada inequivocamente como Soberana Maria, fornece uma contraparte em estilo mais popular à missa de Magalhães – levando em conta que a biblioteca de Dom João IV continha uma cópia das Canciones y villanescas espirituales de Guerrero (1589).
Quer baseada no canto gregoriano – como a versão a quatro vozes da antífona Asperges me [faixa 2]-, quer num modelo polifônico, quer composta livremente, a música vocal de Magalhães é em grande medida caracterizada por um stile antico livremente adaptado, abarcando momentos de extrema pungência e de lirismo. Em seu único moteto que sobreviveu, o Comissa mea pavesco [faixa 20], a seis vozes, Magalhães surge como um mestre da expressividade, com o pathos do texto penitencial – muito particularmente nas palavras noli me condemnare [‘não queiras me condenar’] – expresso por dissonâncias intensas.
Das oito versões de Magalhães para a Missa Ordinária publicadas em seu Missarum Liber, a Missa a cinco vozes Ó Soberana Luz se destaca como a de estilo mais incomum. Ela é notável por suas fortes justaposições de passagens em um contraponto impassível com outras escritas com uma veia mais declamatória e ritmicamente animada, com mudanças súbitas de ritmo, caráter e distribuição de vozes – especialmente no Credo e nas palavras Dominus Deus Sabaoth do Sanctus – evocando o estilo de escrita antifonal do período.
Cada uma das seções principais se abre com um motivo capitular proeminente (mesmo se ás vezes sutilmente variado) que consiste de um tema ascendente em uma voz baixa em movimento contrário às duas vozes superiores que se movem em terças. Esses temas, juntamente com aqueles apresentados na primeira seção “Christe”, são entretecidos na textura da missa inteira (por vezes com o tema ascendente usado em imitação entre as vozes), resultando em uma estrutura unificada de artesania extremamente hábil. (Nesta gravação, os Kyries são cantados alternadamente com Kyries em canotchão tradicionalmente cantados nas festas marianas).
O moteto Ave Virgo Sanctissima para cinco vozes [faixa 11], de FRANCISCO GUERRERO (1528-1599) foi uma das peças da polifonia ibérica mais amplamente difundidos na Renascença. Foi publicado pela primeira vez em Paris em 1566 em um volume de missas dedicado a Dom Sebastião de Portugal. Nesse ano Guerrero viajou de Sevilha a Portugal para ofertar pessoalmente o volume ao jovem rei, ocasião em que teria encontrado Antonio Carreira, bem como outros músicos a serviço do rei.
Neste moteto as duas vozes de soprano são combinadas engenhosamente em cânon do começo ao fim, emprestando à peça uma expansividade suave típica de seus motetos escritos em mais de quatro vozes. Um clímax é atingido no meio do caminho na palavra “salve”, como a repetição cromática insistente do início do canto Salve Regina, produzindo uma passagem de extraordinária intensidade.
ESTÊVÃO DE BRITO (~1575-1641), um músico português que passou a maior parte de sua carreira na Espanha (em Badajoz e a partir de 1613 em Málaga, onde foi maestro de capilla na catedral) teria estudado com Magalhães. Seu Salve Regina [faixa 23] a quatro vozes parafraseia e usa imitativamente os contornos melódicos familiares dessa antífona mariana em cada um dos versos polifônicos, atingindo um clímax na súplica final ‘O clemens, O pia, O dulcis Virgo Maria’, onde o canto é ouvido em registro agudo na linha do soprano.
A música para órgão desempenhava muitas funções dentro do desenrolar da liturgia. Podia ser usada para marcar momentos de importância central na missa (como a Elevação), no acompanhamento de outros rituais litúrgicos substituindo itens de cantochão (como o Gradual e o Ofertório, ou versos e respostas executados de modo alternado), ou ainda como música processional.
Toda a música para órgão ouvida neste disco é de compositores que trabalharam da Capela Real de Lisboa durante os séculos 16 e 17, com exceção da peça anônima para a Elevação Obra de sexto tom para o Levantar o Deus [faixa 15] (adaptada de uma peça muito mais longa encontrada em um manuscrito em Braga). Esta obra é singular por ser a única em fontes organísticas portuguesas destinada especificamente à Elevação. É característico do estilo de música a ser tocada nesse ponto da missa que seja ‘grave, devoto e suave’.
Considerando a sólida reputação de ANTONIO CARREIRA entre os teóricos seus contemporâneos, é algo surpreendente que nada de sua música tenha sido publicada durante sua vida, e que as peças preservadas em manuscrito sejam tão pequenas. O Tento executado aqui [faixa 1] é típico da música organística ibérica de meados do século 16, sendo construído tanto com temas como se de motetos tratados imitativamente quanto com texturas animadas que empregam figuras sincopadas.
De DIEGO DE ALVARADO restaram somente duas peças para órgão. Sua um tanto cromática e modalmente aventurosa Obra sobre el Pange lingua [faixa 12] se baseia na frase inicial da versão tradicional desse hino tão popular na Península Ibérica na época (sobretudo na face hispânica).
A música de MANUEL RODRIGUES COELHO foi publicada em Lisboa em 1620 em uma coleção intitulada “Flores de Música” que foi dedicada a Felipe III da Espanha. Na tradição das “Obras de Música” de Antonio de Cabezón (1578), esta compilação é destinada tanto a harpistas quanto a tecladistas. Contém tentos longos, arranjos de hinos, versículos alternatim para o Kyrie, salmos e cânticos, e versos selecionados dos cânticos para voz solo com acompanhamento instrumental.
Como demonstrado pelas três peças incluídas neste disco, Coelho foi um mestre da técnica da fuga e do cantus firmus em pequena escala. O Verso sobre Ave Maris Stella [faixa 7], baseado no início desse hino mariano, é uma síntese bem-sucedida de contraponto fugal com figuração convencional para teclado, enquanto o versículo Ave Maris Stella [faixa 17], que aparece com texto na fonte, é um arranjo vívido e imaginativamente concebido da melodia completa do hino em cantus firmus. Já o versículo curto usado como resposta ao Ite missa est, que é cantado com a mesma melodia dos Kyries gregorianos, procede de um conjunto de versetos de Kyrie no primeiro tom [faixa 21]. (Bernadette Nelson, 1994 – extraído do encarte. Traduzido do inglês e do alemão pelo Prof. Ralf Rickli <[email protected]> especialmente para esta postagem. Não tem preço!)
Palhinha: ouça 20. Communion motet: Commissa mea pavesco com o Ars Nova Vocal Ensemble.
Masters of The Royal Chapel, Lisbon: A Capella Portugvesa
António Carreira (Lisbon, c1515-c1590) 01. Tento (Stephen Farr, organ)
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 02. Asperges me
Anonymous 03. (Chant) Introit: Salve sancta parens
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 04. Missa O soberana luz – Movement 1: Kyrie
05. Missa O soberana luz – Movement 2: Gloria
Anonymous 06. (Chant): Collect: Famulis tuis (soloist: Philip Cave)
Padre Manuel Rodrigues Coelho (1555 – 1635) 07. Gradual substitute: Verso sobre Ave maris stella
Anonymous 08. (Chant): Alleluia: Felix es
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 09. Missa O soberana luz – Movement 3: Credo
Anonymous 10. (Chant): Offertory: Beata es, Virgo Maria
Francisco Guerrero (Seville, 1528-1599) 11. Offertory motet: Ave virgo sanctissima
Diego de Alvarado (1570-1643) 12. Obra sobre el Pange lingua (Stephen Farr, organ)
Anonymous 13. (Chant): Preface: Per omnia saecula – Dominus vobiscum – Vere dignum et iustum est (soloist: Philip Cave)
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 14. Missa O soberana luz – Movement 4: Sanctus
Anonymous 15. At the elevation: Obra de sexto tom para o Levantar o Deus (Stephen Farr, organ)
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 16. Missa O soberana luz – Movement 5: Benedictus
Padre Manuel Rodrigues Coelho (1555 – 1635) 17. Ave maris stella (Stephen Farr, organ verset)
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 18. Missa O soberana luz – Movement 6: Agnus Dei
Anonymous 19. (Chant): Communion: Beata viscera
Filipe de Magalhães (Portugal, c1571-1652) 20. Communion motet: Commissa mea pavesco
Anonymous 21. (Chant) Dismissall: Ite missa est (soloist Robert MacDonald) – Deo gratias (Stephen Farr, organ)
Francisco Guerrero (Seville, 1528-1599) 22. La luz de vuestros ojos
Estêvão de Brito (Portugal, c1575-Spain, 1641) 23. Salve regina
Masters of The Royal Chapel, Lisbon – 1994
A Capella Portugvesa
Director: Owen Rees
Recorded in the Chapel of All Souls College, Oxford, and on the organ of The Queen’s College, Oxford, on 7, 8 and 9 January 1994.
Nunca fui muito dado a presentear em aniversários e natais. O regalo, pela ocasião, para mim não se justifica. Sempre fui mais de dar presentes para meus amigos pelo que o presente em si representa, por saber que o amigo em questão adoraria aquilo. Eis que numa dessas viagens por esta imensa e formosíssima esfera azul eu me encontrava no Porto, uma das cidades mais fascinantes do planeta. Na Sé estava à venda um CD de música polifônica portuguesa. Olhei para o elenco de faixas e pensei, radiante: “isso é a cara do Avicenna“! Comprei para presenteá-lo. Quando cheguei à sua casa com o pacote em mãos, ele logo abriu o embrulho, sacou o CD da caixa e o pôs para que escutássemos (sinal que gostou mesmo!). O álbum era (é, está aí para vocês baixarem) simplesmente MARAVILHOSO! Sabe quando você dá o presente e ele é tão bom que um capetinha no seu ombro te assopra “viu? Você não deveria ter dado isso: devia ter deixado pra si mesmo!“? Foi isso que senti – não me julguem – por um instante.
O Avicenna, depois, com o trabalho acumulado pelo grande volume de material que o Paulo Castagna lhe passou, acabou deixando a obra digitalizada em minhas mãos pra que a postasse. E ei-la aqui! Que composições escolhidas a dedo! Que coro! Que repertório impecável!
Para entender um pouquinho, copiei o texto do encarte abaixo:
Os finais do séc. XVI e o séc. XVII deverão ser considerados o período áureo da polifonia portuguesa. Contudo, no séc. XVII, uma nova corrente estética, de influência italiana, a que se chamou maneirismo ou pré-barroco, mistura-se com o academismo polifónico, tentando os compositores portugueses a desenvolver uma estética expressiva. Isto é bem notório nesta antologia que agora se apresenta e que já aponta a estética teatral do barroco. Sem dúvida que este período, a que chamamos o séc. XVII musical em Portugal, é verdadeiramente a confluência das correntes europeias do séc. XVI a XVIII.
(texto extraído do encarte)
Muito muito muito muito bom!!! Ouça! Ouça! Deleite-se!
O CD já começa assim:
…E tem esta bela Batalha em meio às peças para coro:
Quam Pulchri
Música sacra portuguesa do século XVII
Estêvão de Brito (1570-1641)
01. O Rex gloriae – para dois Coros a cappella Manuel Cardoso (1566-1650)
02. Magnificat Octavi Tossi – para Coro a cappella a 4 João Rodrigues Esteves (c.1702-1751)
03. Regina caeli – para Coro a 4 e Contínuo Manuel Rodrigues Coelho (1563-1638)
04. Versos sobre Ave Maris Stella – para Órgão e Coro masculino D. João IV ? (1604-1656)
05. Crux Fidelis – para Coro a cappella a 4 Estêvão de Brito (1570-1641)
06. Gaudent in caelis – para Coro a cappella a 6 Fr. Jacinto do Sacramento (séc. XVIII)
07. Tocata em Ré menor – para Órgão solo Diogo Dias Melgaz (1638-1700)
08. Salve Regina – para Coro a cappella 2 4 João Rodrigues Esteves (c.1702-1751)
09. Cum turba plurima – para Coro a 8 e Contínuo Pedro de Araújo (1633-664)
10. Batalha do 6° tom – para Órgão solo João Rodrigues Esteves (c.1702-1751)
11. Quam pulchri sunt – para Coro a cappella Diogo Dias Melgaz (1638-1700)
12. Veni Sancte Spiritus – para dois Coros a 4 e Contínuo
Coro da Sé Catedral do Porto
Eugénio Amorim, regente
António Esteireiro, órgão
Porto, 2010
Devido à escassez dos arquivos causada pelo terramoto de 1755, pelas invasões francesas e pelas várias revoluções, poucas referências temos à vida de Estevão de Brito em Portugal. Sabemos apenas que terá nascido em Serpa, cerca de 1575, tendo depois ido para Évora, onde estudou com Filipe de Magalhães. Assim, Brito é um dos representantes da chamada terceira geração da escola de Évora, a par de figuras como Lopes Morago, Frei Manuel Correia (igualmente alunos de Magalhães), António Fernandes e Manuel Machado (discípulos de Duarte Lobo). A grande qualidade da sua obra é atestada pelo seu percurso profissional, inteiramente decorrido em Espanha, numa época em que teve de competir com compositores formados pelas escolas das grandes catedrais de Espanha, incluindo a Catedral Flamenga de Madrid. Estevão de Brito foi nomeado Mestre de Capela da Catedral de Badajoz em 1597, sendo no entanto provável que já lá desempenhasse funções desde finais do ano anterior. Em 1605, Brito regressa a Évora, convalescendo de uma doença, e trazendo uma mensagem do cabido da catedral para o Arcebispo de Évora, pedindo concordância para a sua ordenação. Foi efectivamente ordenado em 1608 tendo sido, no mesmo ano, nomeado capelão do coro. As obras mais importantes escritas por Brito nos seus anos em Badajoz são, provavelmente, os seus vilancicos para as festas do Natal e Corpo de Deus. Como se tornou hábito no séc. XVII, o mestre de capela era dispensado das suas funções habituais para ter tempo para a composição dos vilancicos, cujas primeiras audições eram aguardadas ansiosamente. Assim, Brito obteve sistematicamente dispensas dos cabidos de Badajoz e Málaga durante toda a sua vida para este efeito. Infelizmente, e apesar de constarem trinta e um, de três a dez vozes, do catálogo da Livraria del Rey D. João IV, não chegaram até nós quaisquer vilancicos da autoria de Estevão de Brito. Em 1613, Estevão de Brito foi eleito entre cinco candidatos (sendo os outros Francisco Paéz, Juan Gutiérrez, Martínez Avalos e Fulgencio Méndez) para o posto de mestre de capela da Catedral de Málaga, sucedendo a Francisco Vázquez. E importante não esquecer que no séc. XVI Cristóbal de Morales tinha também estado em Málaga, razão pela qual Brito tomou contacto com a obra deste grande mestre espanhol da Renascença. Apesar de lhe ter sido oferecido o posto de Mestre de Capela da Capela Real, em Madrid, Brito permaneceu em suas funções em Málaga até à sua morte, em 1641, conservando-se na Catedral desta cidade toda a sua produção musical que chegou até nós.
O Officium Defunctorum de Estevão de Brito encontra-se num livro de facistol, na catedral de Málaga e compreende três lições, do ofício de Matinas, a missa de defuntos, três motetos fúnebres e dois responsórios. O manuscrito contém ainda uma Pro Defundis Missa e um moteto da autoria de Cristóbal de Morales. As três lições, com textos do livro de Job, são a 1ª, 4ª e 7ª das Matinas, ou seja, a primeira de cada Nocturno. No entanto, não era intenção do autor que fossem executadas em liturgia no mesmo dia, destinando-se a primeira às segundas e quintas feiras, a segunda às terças e sextas feiras e a terceira às quartas feiras e sábados. Os textos do Breviarium Romanum tridentino são respeitados na íntegra. A nível musical notamos influências de Morales e de Victoria, cujo Officium Defunctorum contém também uma lição das Matinas, a 2ª Taeclet animam meam. Porém, Brito não é tão rígido na utilização da homofonia, utilizando, por vezes frases imitativas e madrigalismos. (…) De acordo com o Prof. Dr. Aires Nascimento, a pronúncia do texto encontrar-se-ia na linha tradicional da pronúncia do latim. Excluímos assim a pronúncia italianizada ou romanizada utilizada nos meios eclesiásticos e que data do início deste século.
(extraído do encarte)
Mas muito, muito bom mesmo! Ouça! Ouça! Deleite-se!
Estevão de Brito (1575-1641)
Officium Defunctorum
01. Parce Mihi, Domine
02. Responde Mihi
03. Spiritus Meus Attenuabitur
04. Introitus – Requiem Aeternam
05. Kyrie
06. Graduale – Requiem Aeternam
07. Tractus – Absolve, Domine
08. Offertorium – Domine Jesu Christe
09. Sanctus
10. Agnus Dei
11. Communio – Lux Aeterna
12. Ad Dimittendum – Requiescat in Pace
13. Circumdederunt Me
14. Homo Natus de Muliere
15. Heu, Domine
16. Libera Me, Domine
17. Memento Mei
18. Ad Dimittendum – Requiescat in Pace
Grupo Vocal Olisipo
Armando Possante, regente
Saint Georges Church, Lisboa, 1995
Tomás Luis de Victoria
IM-PER-DÍ-VEL !!!
COISA LINDA !!!