Alma Latina: Esteban Salas (Cuba, 1725-1803) – Nativité à Santiago de Cuba – Ensemble Ars Longa de La Habana

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Villancicos y Cantadas

Esteban Salas

Cuba, 1725-1803

Ensemble Ars Longa de La Habana

.La pasión por el pasado, esa necesidad urgente de reconstruir la historia en busca de nuestras raíces, con el propósito de darles una expresión propia, es quizás el sentimiento que anima la investigación e interpretación del más antiguo patrimonio artístico…

Vinculada al culto católico, credo establecido en Cuba a partir de la conquista y colonización de la Isla, la música encontró en la Iglesia la institución que preservaría para el futuro las primeras pruebas documentales de actividad creativa autóctona en esta manifestación artística.

Aun cuando se han encontrado noticias y crónicas que describen hacia 1544 la ejecución de obras para el Oficio Divino por el mestizo Miguel Velázquez, la historia de la música en Cuba posee su más temprana evidencia en el siglo XVIII. Ya para esa época, la Isla contaba con dos catedrales católicas: la de Santiago de Cuba, fundada en 1522, y la de La Habana, consagrada como tal en 1789. En torno a estos templos y a sus respectivas capillas de música, desarrollaron su obra dos importantes compositores de la historia musical americana: Esteban Salas y Cayetano Pagueras.

Nacido en La Habana en 1725, Esteban Salas realizó estudios de Filosofía, Sagrada Teología y Derecho Canónico en la Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo de La Habana, pero no se ha precisado aún quiénes fueron sus maestros en el arte de los sonidos. Su vinculación desde 1734 a la Parroquial Mayor de La Habana como tiple de coro, es la única evidencia sobre su formación musical, la cual – por la vía que fuese – adquirió totalmente en Cuba, de donde nunca emigró. En el templo habanero estuvo hasta que partió hacia la Catedral de Santiago de Cuba por petición del obispo Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, quien le otorgó la responsabilidad de establecer con firmeza la capilla de música de la catedral. Desde 1764 y hasta su muerte en 1803, Salas desplegó allí una intensa actividad musical que abarcó la creación de más de cien partituras entre obras litúrgicas, villancicos y cantadas.

Según narra un antiguo documento del siglo XVII, las festividades navideñas en Santiago de Cuba comenzaban al despuntar el día veinticuatro de diciembre. Rítmicos tañidos de campana llamaban a prima, desde las siete y media de la mañana. A las ocho debían cesar las campanadas y estar el cabildo en pleno situado en el lugar del coro, adonde llegarían, tras los prebendados, capellanes de coro y capilla de música. En ese momento se cantaba el primer villancico, llamado de kalenda, pues – como es típico en Iberoamérica – la Iglesia comenzaba a celebrar el nacimiento del Mesías desde un día antes, en la tradicional festividad de la Noche Buena. Luego, a partir de las diez de la noche, se oficiaban – primero – los maitines, cuando la capilla cantaba otros tres villancicos compuestos especialmente por el maestro, y, después, la Misa del Gallo. Este ceremonial, con más o menos variantes, se conservó hasta la extinción de la capilla de música y la disolución del cabildo eclesiástico a finales del siglo XIX.

Así, durante el siglo XVIII, la celebración de la Navidad en Cuba alcanzó su más elevada expresión en el villancico polifónico, género, que heredado de nuestras raíces hispánicas, tuvo en Esteban Salas su más significativo cultor. Para este entonces, el villancico español ya había asimilado las características del estilo moderno a través de la cantata italiana. Junto al tratamiento virtuoso de la voz y el papel protagónico de los violines en los intermedios instrumentales, las principales manifestaciones de esa transformación se hicieron palpables en aspectos tales como: la disminución en el uso del contrapunto, el enriquecimiento de las posibilidades armónicas y el establecimiento de una nueva relación de diálogo entre instrumentos y voces.

Desde el punto de vista formal, se distinguen dos manifestaciones del villancico polifónico en la obra no litúrgica de Salas: el villancico propiamente dicho y la cantada.

Tal distinción se atiene a la nomenclatura utilizada por el autor cuando, al clasificar sus obras, especifica el género en las portadas de las mismas. Con el término de villancico, Salas designó generalmente aquella forma caracterizada por la tradicional estructura ternaria de estribillo-copla-estribillo, y con el de cantada nombró las piezas basadas en la alternancia de recitativos y arias.

Sin embargo, para nada se trata de un criterio fijo, pues en no pocas ocasiones el compositor varía las partes de cada uno de esos géneros y las enriquece con nuevas maneras de hacer. Así, arias y recitativos se entremezclan con coplas y estribillos, de manera que el villancico iberoamericano, genéricamente hablando – desde finales del siglo XVII y durante todo el XVIII – no es en realidad otra cosa que una breve cantata para voces e instrumentos.

Existe el caso aislado de un manuscrito autógrafo, O! Niño Soberano, compuesto para la Navidad de 1799, en cuya portada Salas escribió Pastorela. ¿Será que Salas consideró la pastorela como otro género musical? No. Mas bien se trata de una cantada que por alguna razón quedó incompleta, pues el recitado – aunque fue escrito para las partes instrumentales (dos violines y acompañamiento) – aparece tachado en la particella de baxo, y no cuenta con texto para ninguna de las voces.

Al carecer de recitado, podría suponerse que le llamó pastorela, como una excepción, por sólo poseer esta parte. Comúnmente Salas utiliza el término pastorela para designar, en las cantadas, un tipo de aria elaborada a partir de elementos típicos del estilo español como hemiolas, giros frigios, melismas en finales de frase, el acento prosódico desplazado… (Miriam Escudero, extraído do encarte)

Esteban Salas (Cuba, 1725-1803)
01. Villancico: Vayan unas especies (1791)
02. Cantada: Unos pastores (1793)
03. Villancico: Una noticia alegre (1790)
04. Villancico: Como la Luz ha nacido (1798)
05. Cantada: Silencio, por si dormido (1791)
06. Villancico: Resuenen armoniosos (1788)
07. Cantada: Tú mi Dios entre pajas (sf)
08. Villancico: Claras luce (sf)
09. Villancico: Toquen presto a fuego (1786)

Nativité à Santiago de Cuba – 2001
Ensemble Ars Longa de La Havane
Maestrina Teresa Paz & Maestro Josep Cabré

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Um CD do acervo do musicólogo Prof. Paulo Castagna. Não tem preço !!!

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.Boa audição.

Avicenna

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